Noa, Rachid Taha, Mira Awad y Poveda cantan a la tolerancia entre los pueblos
Los intérpretes, en representación de las tres culturas del Mediterráneo, cantaron en solitario para luego unirse con 'Imagine' en el concierto que ofrecieron anoche en la avenida República Argentina
La voz de la artista palestina Mira Awad abrió anoche el concierto Música de las tres culturas que se celebró en la avenida República Argentina como broche final a las actividades programadas con motivo de la apertura de la Sede Institucional de Medina Azahara. Primero a cappella, luego acompañada por un percusionista y más tarde, tocando una guitarra y recitando unos versos en castellano, la cantante consiguió la admiración del público, que escuchaba en silencio sus temas y al que al final de su actuación se le escapó incluso algún olé.
Numerosas familias y grupos de amigos se acercaron ayer -y esperaron la media hora de rigor que se retrasó la actuación- hasta esta céntrica avenida, en la que se unieron diferentes estilos musicales pero con un objetivo común: el deseo por conseguir la tolerancia entre religiones y culturas y la eliminación de las diferencias entre los pueblos.
Seguidamente, la cantante israelí Noa apareció sobre el escenario de blanco inmaculado acompañada por sus músicos y por los aplausos de los asistentes. La artista, muy entregada en su actuación, acompañó su dulce voz con sus sensuales bailes, de los que no privó al público a pesar del evidente vientre que muestra debido a su embarazo.
Tras esta actuación llegó uno de los mejores momentos de la noche, la interpretación de Imagine entre los artistas. "Imagina que no hay países, no es difícil de hacer, nada por quién matar o morir. Ni tampoco religión. Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz", reza el himno de Lennon. Con manifiesta emoción, los cuatro artistas, representantes de las tres culturas del Mediterráneo, se convirtieron en soñadores por un día, como ya lo hizo Lennon.
"¿Puedes imaginar un mundo sin países ni religiones?", reflexionaba el autor de Imagine, una de las canciones más bellas de la historia, inspirada en las esperanzas que el músico británico depositaba en alcanzar la paz entre los pueblos. Anoche, todos compartían esa idea. Una vez finalizado este canto, coreado por muchos de los asistentes, el argelino Rachid Taha mostró sus innovadores sonidos. Tradición y originalidad se mezclan en sus trabajos a través del raï, el tecno, el rock o el jazz, sin olvidar a los grandes clásicos de la canción árabe.
Y al final llegó Poveda. Otro que no se olvida de los clásicos, pero en este caso, de la canción española. El cantaor catalán, la actuación más esperada por la mayoría de los presentes, llegó el último para cerrar este espectáculo único en el que islamismo, judaísmo y cristianismo se unieron por una misma causa. El concierto quería mostrar el simbolismo que tiene Al-Ándalus como lugar de entendimiento, como ejemplo de tolerancia, como lugar de convivencia. Y para ello, nada mejor que una visita previa -la realizaron por la mañana- a Medina Azahara, así los músicos entendieron este concepto mucho mejor mientras descubrían la belleza de la ciudad califal.
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