"Queremos profetas, alguien para salir del bosque y que nos diga que todo va a ir bien"

El cantautor estadounidense acaba de concluir una gira por varias ciudades españolas

"Queremos profetas, alguien para salir del bosque y que nos diga que todo va a ir bien"
"Queremos profetas, alguien para salir del bosque y que nos diga que todo va a ir bien"

La prensa siempre ponía por las nubes su música, claro que también se dedicaba a proclamar a los cuatro vientos su pasado en la cárcel y sus coqueteos con la droga; así que Micah P. Hinson, el chico de Texas con las gafas más grandes, está decidido a no hacer demasiado caso a los que hablan de él y darles donde más les duele con sus canciones. En los últimos días ha actuado en Málaga, Granada y Valencia, entre otras ciudades españolas.

-Desde sus inicios en la música, buena parte de la crítica le ha arropado mucho... ¿Se llega a sentir uno un poco mimado por la escena?

-La prensa siempre se ha fijado un poco en mí. Todo comenzó con unas palabras: "Se fue a la cárcel, fue adicto a las drogas, fue esto, fue aquello...". La historia fue, creo, tan interesante para ellos como mi música. The Gospel of Progress salió y en los medios fueron hablando y hablando de lo grande y profunda que era mi voz, pero cuando ahora escucho de nuevo el álbum me doy cuenta de que estaba enfermo cuando lo grabé y que mi voz suena bastante pequeña y débil. Supongo que eso encajaba con la fórmula de una persona con una suerte regular a la que la música la salva de repente, pero muchas mejores cosas que la música me salvaron. No era una buena vida. Yo no la recomiendo, pero no puedo dar marcha atrás. Mi sentimiento general hacia la prensa es positivo. De vez en cuando encuentras a alguien que quiere sobresalir y que intenta hacerte caer. No me siento mimado ni protegido en ningún sentido.

-En los títulos de sus discos siempre aparece usted, con nombre y apellido. ¿Quiere que quede bien claro de quién es la culpa de todo?

-Yo soy simplemente un cantautor. Como suena, como una palabra sucia, pero eso es todo lo que soy. Escribo canciones. La gente viene de la nada para ayudarme y luego acaba metida en esas bandas. He estado haciendo esto durante años. Es el concepto de tener una banda diferente en cada disco y con un repertorio también diferente de canciones. Es algo tan viejo como lo mío escribiendo canciones. Los demás siempre tienen títulos como "Bla, bla" y "El Bla bla", pero nunca vi que el nombre principal se quedase igual y que la banda cambiase con cada disco.

-Abrir un disco con una canción instrumental es de valientes...

-¿A que sí? La primera canción que hice fue instrumental y vio la luz en un disco recopilatorio que salió en Manchester.

-¿Es ahora una época más de cantautores y de nombres propios que de bandas?

-Muchos cantautores salieron a tocar justo en una época de conflictos sociales, de guerra o cuando algo grande pasaba y la línea que podría paralizar el mundo en general se venía hacia abajo. Mirar hacia atrás a la América de los años 60 supone darse cuenta de que cuando nos sentimos inmersos en un problema sólo queremos escuchar a una persona que hable de ello y que cante de ello, tratando de averiguar por nosotros lo que sucederá. La música es la culminación de los instrumentos; las canciones son criaturas capaces de permanecer solas: una persona, un instrumento. Queremos profetas. Queremos a alguien para volver a salir del bosque y que nos diga que todo va a ir bien.

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