El Prado reúne los últimos retratos cortesanos de Velázquez en una muestra

La exposición en el museo madrileño, dividida en cinco secciones y que revisa un momento de la historia de España, incluye 29 obras, 15 de ellas realizadas por el andaluz y el resto por seguidores

El Prado reúne los últimos retratos cortesanos de Velázquez en una muestra
Efe Madrid

05 de octubre 2013 - 05:00

En los últimos diez años de su vida, Velázquez escribió una de las páginas más brillantes de la historia de la pintura universal. A los retratos cortesanos que hizo durante esa época dedica el Museo del Prado una exquisita exposición visitable a partir del martes. El recorrido, en el que Las Meninas son las grandes protagonistas aunque no se encuentren presentes, propone un paseo por la historia de España y de Europa, así como por la historia del retrato cortesano español.

"Las Meninas dan sentido a esta exposición", según Javier Portús, jefe de conservación de pintura española del Museo del Prado y comisario de la muestra, patrocinada por AXA. En su opinión esta obra no solo es punto de referencia para la historia de la pintura "sino también del retrato. Es la mejor radiografía de la corte española y de los juegos de poder".

Para la exposición, dividida en cinco secciones, se han seleccionado 29 obras, 15 de ellas realizadas por Velázquez y las 14 restante por su taller o por sus sucesores Juan Bautista Martínez del Mazo y Juan Carreño de Miranda. Se trata de "un álbum de familia que refleja las peripecias de un grupo familiar de cuyos avatares estaba pendiente media Europa", y muestra un momento de la vida familiar de Felipe IV muy singular, tras las muertes de su mujer y su hijo Baltasar Carlos, heredero de la corona.

La familia real se limitaba entonces al rey y a su hija María Teresa, lo que hacía imprescindible que el monarca se volviera a casar y lo hizo con Mariana de Austria. De este matrimonio nacen Margarita y Felipe Próspero. En este contexto se desarrolla la labor de Velázquez como retratista. La llegada de Mariana y el nacimiento de sus hijos da lugar a una amplia demanda de retratos familiares.

"Velázquez tiene que atender estas demandas y lo hace creando obras originales y manteniendo activo un taller que las reproduce", recordó Portús, que ha contado con la colaboración del Kunsthistorisches de Viena, museo que ha prestado cinco obras de Velázquez y dos de Martínez del Mazo.

Miguel Zugaza, director del Prado, agradeció también la colaboración del museo de Viena, "que ha descolgado la colección completa de sus velázquez tardíos", y aseguró que la exposición permite entender por primera vez el trabajo del taller de Velázquez, así como la importancia que tuvieron sus obras en Martínez del Mazo y Carreño de Miranda.

El recorrido planteado por Portús, "tipológico, histórico y artístico", comienza con una selección de obras realizadas por Velázquez durante su segunda estancia en Italia, donde triunfó como retratista en la corte de Inocencio X, presente en este espacio, y disfrutó de un ambiente cultural abierto y sofisticado, representado por Camillo Massimo. "En esta época pintó en Roma doce retratos, de los que se conservan seis, cuatro de los cuales están en la exposición", destacó el comisario.

Protagonistas de la segunda sala son Las dos primas, la reina Mariana y la infanta María Teresa, a cuyos retratos tuvo que dedicarse Velázquez a su regreso de Italia. El siguiente espacio lo ocupa La infanta Margarita, cuyo crecimiento desde los tres años puede contemplarse en la exposición, en la que aparece en 11 obras. Las dos últimas secciones muestran cómo la historia del retrato cortesano español continúo tras la muerte de Velázquez con sus seguidores.

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