Cultura

El Prado reúne todas sus obras de El Greco en una exposición

Con motivo de la publicación del catálogo razonado sobre las obras de El Greco (Candía, Creta, 1541-Toledo, 1614) que se conservan en la colección del Prado, el museo ha reunido por primera vez la totalidad de estas obras en la exposición Los Grecos del Prado. Treinta y siete obras autógrafas del pintor cretense junto a otras diez de sus seguidores o su entorno forman una muestra que cuenta con el atractivo especial de poder contemplar colgado en las paredes del museo el cuadro San Bernardino, obra maestra depositada en la Casa-Museo de El Greco en Toledo desde 1910.

La exposición, que cuenta con el patrocinio de Caja Castilla-La Mancha, es el resultado del estudio de varios años dirigido por Leticia Ruiz, jefa del Departamento de Pintura Española del Renacimiento del Prado.

A la treintena de obras de El Greco que se exhiben habitualmente en el Prado se suman pinturas suyas o de su entorno que no se exponen de forma permanente o que se encuentran depositadas en otras instituciones.

El recorrido de la muestra es similar al que se refleja en el libro y se inicia con las primeras obras de El Greco que llegaron al Prado procedentes de la colección real.

Se trata de una galería de retratos, entre los que figura El caballero de la mano en el pecho. Junto a estos se expone también La Trinidad, pintada para el retablo de Santo Domingo de Toledo, una de las grandes obras maestras del artista y la primera pintura religiosa con que contó el Prado.

Gracias a la incorporación en 1872 de las 15 composiciones del artista procedentes de los fondos del Museo de la Trinidad, El Greco comenzó a ser cada vez más valorado por sus escenas religiosas, entre ellas La Anunciación del retablo de Doña María de Aragón, el único encargo que tuvo en Madrid.

Otro de los espacios está dedicado a los legados y donaciones que entre 1915 y 1962 aportaron al Prado importantes obras del pintor como San Sebastián, donación de la Marquesa de Casa Riera en 1959, o las dos esculturas de Epimeteo y Pandora, donadas por la viuda del Conde de las Infantas en 1962.

La exposición finaliza con la exhibición de las obras compradas por el propio museo o el Estado como La Adoración de los pastores, las series de apóstoles, la producción no religiosa del cretense a través del lienzo Fábula o la etapa italiana. A esa fase corresponde la última de las adquisiciones, La huida a Egipto, que ingresó en el Prado en el año 2000.

Durante la presentación de la muestra, que permanecerá abierta hasta el 10 de febrero del próximo año, el director del Prado, Miguel Zugaza, destacó la importancia de este nuevo fruto del trabajo de investigación encargado por el anterior director, Fernando Checa: "Es un acontecimiento en la vida científica del museo que hemos querido celebrar junto al público con una exposición singular".

Para Gabriele Finaldi, director adjunto y director de la edición de catálogos, el de ayer era para el museo un día de orgullo. "Se trata de un trabajo detallado, cuidadoso y solvente que recoge todo lo que sabemos de los cuadros de El Greco presentes en la colección del Prado", apuntó.

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