Poerrisa en el mundo animal (Sótano Ediciones, 2024) es la primera incursión en la poesía infantil de la escritora para niños María Elena Rojano Díaz (Hornachuelos, Córdoba, 1977), un poemario para divertir ilustrado por Josefina Montero Jiménez Josefinailu.

Rojano, que se había estrenado en la literatura con Villanada (Babidi-Bú, 2023) un cuento dirigido a primeros lectores, de tres a cinco años, "para enseñar las letras y los colores", ha llegado a la poesía porque le pidieron "algo para leer y me salió así".

Según ha comentado a EFE, el primer poema surgió en la pandemia. "Como todo el mundo estábamos con el bichito malo, dije que me iba a inventar un bichito que iba a reír y entonces me lo inventé", ha recordado. Se lo enseñó a su hijo, entonces de 9 años, y le animó a publicarlo, pero se dijo que cómo iba a llevar a editar un único poema y decidió "inventar unos cuantos más".

De ahí surgieron los veinte dedicados cada uno de ellos a animales, aunque para algunos se sirva de licencias literarias para denominarlos en el juego en el que convierte cada poema para hacer reír a los niños, como el cincuentapiés, "un gusano que tiene veinticinco patas al derecho y veinticinco patas al revés", o la cabralatraba, una cabra que "es tan lista que se inventa las palabras".

Poerrisa en el mundo animal presenta a los animales en el mundo en el que se hallan sumergidos, "alejados de la realidad, o no", como destaca la referencia editorial del segundo libro de María Elena Rojano, para quien "cada poema tienes su humor y tiene su historia".

Divertir en una época triste

La autora se declara "más de escuchar que de hablar y más de mirar que de exhibirme", lo que cree que le ha hecho "más empática". Quizás por ello, el origen de su nueva obra marca su esencia. "Mi intención cuando la escribí era divertir, porque como fue en una época un poco triste, lo que pretendía era divertir", ha argumentado.

Para la ilustración del poemario, el director editorial de Sótano Ediciones, Rafael Moya, recurrió a Josefina Montero Jiménez (Sabadell, Barcelona, 1978), que firma sus trabajos como Josefinailu, que se ha encargado de las once ilustraciones que recoge el libro, incluyendo las de la portada y la contraportada.

Josefina Montero, que también es escritora de literatura infantil, con cerca de una decena de publicaciones en el mercado, tres de ellos cuentos infantiles, y "como también escribo poesía, estoy muy familiarizada en la ilustración de sentimientos", ejecuta un proceso creativo que parte de la lectura por separado de cada poema, del que "intento extraer la idea principal".

De ahí surge, según ha explicado, el boceto a lápiz, que luego mancha a acuarela y trabaja con lápiz de color hasta llegar al tratamiento digital. Es donde Josefinailu introduce unos "detalles como muy coloristas, trozos que son de un color y trozos que son de otros", que definen su estilo, que solo se puede hacer digitalmente.

Montero fue descubriendo su gusto por la ilustración durante sus estudios de Diseño Gráfico. "Sobre todo la ilustración infantil y la ilustración que va a transmitir sentimientos, que acompaña a relatos o a poemas", ha subrayado.

Se introdujo entonces en la formación sobre la ilustración, "aunque aun me sigo formando, cuando veo que hay un taller porque siempre se aprenden técnicas y cosas nuevas", apunta. Comenzó ilustrando sus propias obras, tras lo que se abrió a otros trabajos.

Poerrisa en el mundo animal es su segunda colaboración con Sótano Ediciones, de cuya imagen corporativa es la responsable, tras la portada de Malvita (2023), la novela de Rafael Moya que une la Costa del Sol, Sevilla y los museos de Bellas Artes de Córdoba y Wallraf-Richartz de Colonia (Alemania) alrededor de una investigación policial por corrupción a raíz de la desaparición de una joven.