El día uno de junio se cumplirá el 150 aniversario del nacimiento de Francisco Díaz Fernández Paco de Lucena (1859-1898), una de las figuras más relevantes de la historia del flamenco y considerado como el tocaor más importante de siglo XIX. Eusebio Rioja, una de las máximas autoridades en la investigación del flamenco y de la historia de la guitarra, vuelve a reivindicar la figura de este tocaor lucentino.

-Parece que no va a pasar desapercibida la fecha del nacimiento de Paco de Lucena para su ciudad natal.

-Me consta que en Lucena son conscientes de la efeméride y que proyectan conmemorarla con diversos actos. También se le van a dedicar durante el mes de junio las actividades de las Sesiones de Estudios de la Peña Flamenca Juan Breva de Málaga. Sorprende que en el Festival de la Guitarra de Córdoba, por lo que se conoce hasta el momento y en el espacio dedicado a la historia, no se ocupe este año de un guitarrista cordobés de la dimensión histórica que tiene Paco de Lucena.

-¿En que situación se encontraba la guitarra flamenca en la época de este tocaor?

-Las noticias históricas que tenemos es que se encontraba bastante pobre; hablamos del toque flamenco y el de acompañamiento, porque cosa distinta eran los guitarristas eclécticos. Era una guitarra bastante primitiva, poco evolucionada y es Paco de Lucena quien le da un impulso importantísimo, tanto que llega a realizar conciertos en la prestigiosa sala Erard de París.

-¿Se conoce como era su toque?

-Partiendo de la base de que la música que nos ha llegado de Paco de Lucena a nuestros días se reduce a cuatro falsetas reales, es muy difícil concretar la técnica que él ejecutaba; pero a través de estas falsetas y si las complementamos con las descripciones que tenemos de su toque por autores que le escucharon, se trata de un artista que ya incorporó a la guitarra, además de un magnífico uso del pulgar derecho, técnicas como los trémolos.

-¿A través de que guitarristas se ha podido rastrear la escuela de Paco de Lucena?

-Curiosamente su escuela se desarrolló en Morón, localidad en la que vivieron discípulos directos suyos. Después surgió la figura de Diego del Gastor que fue discípulo indirecto, al tener como maestros a discípulos de Paco de Lucena. En el toque de Diego del Gastor es donde podemos rastrear el estilo del de Lucena, como el uso del pulgar y la expresión. Las críticas de la época que se hicieron sobre el toque del de Lucena destacan la expresión conmovedora de su toque.

-¿Existió intercambio entre los tocaores estrictamente flamencos y los eclécticos?

-Hubo una interrelación muy estrecha y ahí lo que se establece es un camino de ida y vuelta que lo define muy bien el maestro José Otero en su libro Tratado de bailes, publicado en 1912. Cuando habla de Julián Arcas dice que se inspiraba en los tocaores para componer sus obras, pero luego los tocaores se aprendían las obras de Arcas para tocarlas. Ese proceso de préstamo musical se establece durante el siglo XIX y principios del XX de manera muy clara pero ha sido poco estudiado.