Noche fría caldeada por el cante de Jerez

Cante: Fernando de la Morena. Guitarra: Antonio Higuero. Lugar: Peña Flamenca Luis de Córdoba, Posadas. Fecha: Sábado 5 de diciembre. Aforo: Lleno.

Fernando de la Morena se encontró a gusto entre los aficionados que se dieron cita el pasado sábado en la Peña Flamenca Luis de Córdoba de Posadas, aficionados que escucharon atentos en todo momento, sabiendo jalear oportunamente a los artistas. La fría noche de niebla amenazante se convirtió en noche/madrugada caldeada al cobijo de esta peña por el buen cante y toque desprendido, donde el sabor del flamenco jerezano encandiló gracias a Fernando de la Morena y a Antonio Higuero.

El cantaor no tuvo que componer la pose para contentar a los asistentes, expresándose de manera natural y espontánea, sin ojana. Ha sido el recital más completo que le he escuchado en Córdoba y su provincia. Son circunstancias que se dan cuando nadie se lo puede esperar; se dieron todos los ingredientes para que el cante fluyese con intensidad, sin importar los detalles o aciertos técnicos, porque se trató sencillamente de exponer cantes en un tú a tú con el público, actitud que cada vez es menos habitual. Los acostumbrados cantes de trilla con los que suele comenzar cada recital el De la Morena le sirvieron para ir colocando la voz, atizando el ascua de su temperamento flamenco. Primer cante al que se le pueden poner algunas observaciones, pero solo melódicas y estrictamente basándonos en la frialdad de las formas.

No hay que olvidar el carácter del cante de estos jerezanos en lo que lo importante es el trallazo de voz transmitido de manera precisa y contundente, buscando el trasfondo que hay tras el esqueleto formal de los estilos. Tuétano expresivo, guste o no, pero verdad sensitiva, una manera de ser y sentir que se mostró en una palpitante tanda por soleares y en las punzantes seguiriyas. Fandangos, malagueñas, tarantos y el torbellino de bulerías al mejor son de Jerez. Antonio Higuero con el tacto preciso en la pulsación para notas y falsetas adobadas con el sonido clásico jerezano pero tintadas con un sugerente sonido actual.