Niña Pastori lo ha vuelto a hacer. Esta noche de jueves la artista gaditana ha embriagado a un público cordobés que una vez más ha mostrado su fidelidad a los temas y sones de la Niña. Canciones que se han convertido en himnos para muchas generaciones y que en el Teatro de La Axerquía se escuchaban al unísono con un público entregado y una puesta en escena de lo más flamenca. 

Esta mágica jornada ha empezado con Osú que niña, el single que la artista sacó a primeros de año y que es un adelanto de su nuevo álbum, aún inédito. Un tema que contagia alegría desde la primera nota y que una vez más muestra la más pura esencia de la de San Fernando. 

El sentimiento de letras más nuevas como La habitación o La azotea se mezclaban con algunos clásicos como Válgame Dios o Amor de San Juan. Estos últimos tuvieron su fecha de lanzamiento en 2002 dentro del álbum María, uno de los que más alegrías le ha dado a la artista en sus 25 años de carrera musical.  

"Salud y alegría" es lo único que pide Niña Pastori. La gaditana se dirigió al graderío de la Axerquía para agradecerle a su público que la acompañase una noche más. "Qué placer venir a esta tierra donde hay tantos artistas que admiro y respeto", proseguía la cantante, que consiguió agotar todas las entradas para este concierto. 

Morao o Quiero que me beses fueron algunos de los temas con los que la artista resaltó los quejíos de su voz. Tras cada uno de ellos se oía un ole exclamado por su público. A mitad del concierto -de dos horas de duración- el escenario se quedaba solo para recoger un íntimo entre la cantante y el pianista que la acompaña: llegaba el momento de emocionarse con temas como Cai o La música de siempre. 

Tras este momento llegó un popurrí de temas más flamencos como Armadura, Yo vivo navegando e, incluso, la artista interpretó Quiéreme con alegría, conocido tema de Los Chichos -Jeros, uno de los componentes de este mítico grupo musical es suegro de Niña Pastori-.

La noche continuó con Soy canastera, A la orilla de mi pelo, Y para qué... Y, tras varios bises, la artista se despidió con el tema Yo tengo una cosa al grito de "¡Viva el flamenco!". Una noche inolvidable para un público de todas las edades, grandes y también pequeños, como Lola, una niña que subió al escenario para marcarse algunos pasos con Niña Pastori mientras el público coreaba su nombre. 

Niña Pastori ha sido la encargada de dar el pistoletazo de salida a los conciertos del Cabaret Festival, una cita musical por la que pasarán otros artistas como El Arrebato, el musical God Save The Queen o Taburete.