Cultura

Los Musicatos: un mundo de fantasía

  • Isabel María Asensi Lidón propone una aventura para lectores de entre ocho y diez años

Isabel María Asensi Lidón, con su libro, en La República de las Letras.

Isabel María Asensi Lidón, con su libro, en La República de las Letras. / josé martínez

Los Musicatos son seres diminutos de gran cabeza redonda que habitan un pueblo llamado Langleik cuya vida está regulada por la caja de música, que inunda el entorno de luz y vitalidad. La tranquilidad marca sus existencias hasta que un día la caja desaparece. Comienza entonces una aventura llena de sorpresas para estos personajes que nacen de la imaginación de Isabel María Asensi Lidón, que debuta en la literatura con esta historia para niños de entre ocho y diez años que acaba de publicar Babidi-Bú Libros y que esta tarde (20:30) celebra su presentación en La República de las Letras.

Con ilustraciones de la propia autora, maestra del CEIP Nuestra Señora del Rosario de Montoro, Los Musicatos (y la caja de música) es "una historia que habla del trabajo del equipo y de no perder nunca la esperanza y luchar por aquello que deseamos". Además, "pretende transmitir valores como la amistad y el respeto". "Yo pienso que los personajes son entrañables y se hacen querer. Y he intentado combinar la aventura con un toque de humor", señala la escritora.

"Los Musicatos -añade- surgen hace muchos años como colofón de un taller de escritura que desarrollamos en la Facultad de Ciencias de la Educación. Nos pidieron que contásemos una historia dirigida a un público infantil y, dada mi vinculación con la música, comenzaron a gestarse en mi cabeza. Primero empecé a darle forma a la historia y luego fui perfilando cada personaje. Prácticamente todos los nombres que aparecen tienen su origen en elementos musicales. Una vez estuvo terminada es cuando estimé la edad aproximada a la que podría ir dirigida, aunque desde el principio la orienté a niños de entre ocho y diez años".

"Después de terminar aquel taller de escritura y haber recibido la calificación de matrícula de honor por mi trabajo -apunta la autora-, comencé a pensar en la posibilidad de publicar. Pero la realidad fue que Los Musicatos se quedaron guardados en una carpeta del ordenador a la espera de dar el salto. Durante este tiempo lo he ido releyendo, modificando, corrigiendo..., hasta que en julio del año pasado me decidí a enviarlo a una editorial y probar suerte".

Publicada hace varias semanas, la trayectoria de la obra está siendo exitosa: "Debo admitir que hasta el momento me ha sorprendido la buena acogida que ha tenido entre el público infantil. Al ser de fácil lectura y tener algunas ilustraciones, pienso que los niños y niñas se animan a leerlo. Me gustaría que realmente llegara a los peques y que les cogieran cariño a los personajes y se quedaran con ganas de más... Ese sería el mejor regalo, sin duda".

Y para los que se queden con ganas de más, la escritora ya piensa en prolongar el proyecto: "Ya tengo en mente alguna que otra idea, pero quiero esperar un poco a ver realmente la repercusión que tiene este primer libro. Pero espero poder darle forma y lanzar una segunda aventura de Los Musicatos en un plazo no muy largo".

La falta de contacto de los niños con la cultura literaria es una dolorosa realidad de la sociedad actual, como reflexiona la autora: "Actualmente existen en los centros educativos planes específicos de fomento de la lectura y las bibliotecas escolares que intentan acercar la literatura a los más pequeños. Sin embargo, esta labor debe tener una continuidad en las casas, ya que leer un libro en un contexto de trabajo escolar no deja de ser algo circunstancial y de alguna manera obligatorio. El objetivo debe ser despertar en los niños y niñas el placer por leer de manera voluntaria para el disfrute personal, sin necesidad de que sea una actividad dirigida y evaluada. Y es aquí donde los docentes encontramos las mayores dificultades. Nos enfrentamos a la sociedad de la tecnología, del acceso a la información de una manera muy visual y muy inmediata. Y se están perdiendo el placer por descubrir y la paciencia necesaria para descifrar lo que nos ofrecen las páginas de un libro... Nos queda un largo camino que recorrer". Así, la maestra y escritora considera "que todas las actividades que se realicen para despertar esa inquietud son necesarias y deben ser apoyadas y valoradas". E insiste en que "los lectores se forman desde el cuento de buenas noches cuando son bebés hasta cuando ven a los padres y madres devorar un libro. El ejemplo de los padres es el mejor espejo donde puede mirarse un niño y es ahí desde donde se empieza a construir. Establecer un horario de lectura en familia (de la misma manera que se establecen horarios para el uso de las tablets o los videojuegos) podría ser un primer paso". Los Musicatos están en ese empeño.

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