Muere José Antonio Figuerola, exjefe técnico del Gran Teatro
Después de trabajar como operador en cines dedicó gran parte de su vida a los coliseos municipales
La cultura cordobesa pierde a un hombre querido y que durante muchos años trabajó por ella. José Antonio Figuerola, Figue para casi todos los que le conocían, murió ayer a los 72 años. Fue operador cinematográfico y jefe técnico del entonces Cine Góngora. Desde 1986 hasta su jubilación en 2008 ocupó este último puesto en el Gran Teatro. Era un gran aficionado al flamenco y tenía amigos por toda España: técnicos de otros teatros y artistas que lo tenían en gran estima. El funeral es hoy a las 11:00 en la iglesia de San Lorenzo.
Ya jubilado, subrayaron ayer fuentes del Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE), Figuerola, que también había trabajado como operador para los cines de la empresa Sánchez-Ramade, no se desvinculó del teatro totalmente, ya que "era su vida". Cuando se reabrió el Teatro Góngora "se puso al frente como guía y comentarista de una serie de visitas guiadas por el antiguo cine que él tan bien conocía". Este programa de visitas dirigidas al público en general se realizó en diversas sesiones a lo largo de varias temporadas. En ellas, Figue explicaba a los asistentes la evolución del recinto de cine a teatro y las diversas anécdotas que sucedieron en él.
Con motivo de esta reapertura, Figuerola recordó a el Día que desarrolló su trabajo en este espacio en plena Transición democrática, una etapa que se notó en este "salón de espectáculos" por los aires de libertad que empezaban a asomar tanto en los filmes como en las obras teatrales que llegaban. Quizás lo más significativo, apuntó, fue el estreno en 1976 de El gran dictador, de Charles Chaplin, "que estuvo mucho tiempo en cartel y con gran éxito de público". Otros de los espectáculos que pasaron por el Góngora en los años en los que Figuerola desarrolló allí su trabajo fueron el musical El diluvio que viene -"uno de los más impresionantes que se hicieron en este espacio"-, El Tartufo adaptado por Marsillach, Juicio al padre de Kafka, El salto de cama con Paco Morán y Marisol Ayuso, Los peces rojos con Jesús Puente o la adaptación de Equus de Shaffer
"El problema del Góngora era que no podía acoger espectáculos grandes" y cada vez que se programaba uno "costaba una eternidad montarlo", como pasó con El diluvio que viene. Lleno de vivencias y anécdotas, Figuerola era la memoria latente de los teatros municipales de Córdoba.
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