Muere Cristóbal Moreno Toledo, el artista de Castro del Río que pintaba con la boca
Una distrofia muscular progresiva no impidió que desarrollará una intensa trayectoria en el arte


"La vida es hermosa y única", decía Cristóbal Moreno Toledo, pintor autodidacta nacido en Castro del Río en 1941 y al que una distrofia muscular progresiva no impidió desarrollar su vocación. Hijo predilecto de la localidad, Moreno aprendió a pintar con la boca en los años 60 y así realizó su obra. Ayer murió en el Hospital Reina Sofía después de una larga enfermedad. Hoy será enterrado en el municipio.
"Es poco importante el útil con el que se realice la obra en cuestión: los pies, las manos, la boca. Lo que importa es el sentimiento, la pasión, la entrega a la hora de afrontar un papel, un lienzo o un trozo de mármol", indicó el artista en una entrevista con este periódico en la que relataba que su proceso de formación fue "largo y difícil" ya que tuvo que "aprender a interpretar o adaptar útiles y maneras hechas para ser empleadas con las manos".
Tenía diez años cuando se le manifestó la enfermedad. Niño aficionado al arte y la literatura, antes de los 13 ya había encontrado y perfeccionado su manera de pintar, con la boca. Ingresó en la Asociación Mundial de Artistas Pintores con la Boca y el Pie y realizó cursos de dibujo y pintura para creadores con discapacidad física. Mostró su obra, muy marcada por el impresionismo, en numerosas exposiciones, algunas en países como Canadá, México, Venezuela, Argentina, Estados Unidos y Francia. También recibió diversos premios.
Artista vital, autor de paisajes llenos de color y limpieza, Toledo reivindicaba la asimilación de los artistas que tenían que desarrollar su labor en estas condiciones: "No comparto la expresión arte diferente con la que se pretenden denominar las obras realizadas por personas con algún tipo de discapacidad". Ayer se apagó su voz.
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