Flamenco

Mercedes de Córdoba presenta en el Gran Teatro 'Sí, quiero': "Solo vive quien arde"

  • Estará acompañada de la guitarra de Juan Campallo y de las voces de Pepe de Pura, Jesús Corbacho y Enrique el Extremeño

Mercedes de Córdoba, en 'Sí, quiero'.

Mercedes de Córdoba, en 'Sí, quiero'. / El Día

Después de triunfar en el XXVI Festival de Jerez con el estreno absoluto de Sí, quiero, Mercedes de Córdoba regresa a su ciudad natal para presentar esta nueva propuesta entusiasta y reveladora dondedeclara su amor por el arte y reivindica el compromiso como un acto revolucionario. Así, con el convencimiento de que bailar es “una urgencia orgánica” y “un destino inevitable”, la artista traerá al escenario del Gran Teatro el próximo sábado 7 de mayo (20:00) este espectáculo, que ha recibido tres reconocimientos en la pasada edición de la cita jerezana (Premio Guitarra con Alma y el de Mejor Composición Musical al guitarrista Juan Campallo, Premio Artista Revelación a la bailaora Águeda Saavedra y Premio a Mejor Cante de Acompañamiento a Pepe de Pura), así como una excelente acogida de crítica y público.

La personal artista propone aquí un viaje liberador en el que expone los sentimientos y emociones que afloran en cualquier relación, desde la atracción o el desvelo hasta el miedo o la incertidumbre, pasando por la euforia, la alegría o la satisfacción que produce entregarse incondicional y libremente a lo que se ama. De esta forma, usando como sutil metáfora elementos, escenas y recursos de los tradicionales enlaces nupciales, la bailaora y coreógrafa construye un espacio propio donde firma definitivamente su compromiso con el flamenco que le conmueve y le impulsa, con la promesa de amarlo y respetarlo hasta el fin de sus días.

En este sentido, la obra parte de un análisis sobre el vínculo del artista con su arte, el papel que quiere o debe asumir éste en la sociedad y la relación más orgánica con el baile.

En esta ambiciosa propuesta arropan a Mercedes de Córdoba la guitarra de Juan Campallo, el cante de Enrique El Extremeño, Pepe de Pura y Jesús Corbacho, la percusión de Paco Vega, las palmas de El Oruco y un cuerpo de baile de cuatro jóvenes bailaoras (María Carrasco, Cristina Soler, María Reyes y Águeda Saavedra, cedida por el Ballet Flamenco de Andalucía) que le sirven de espejo.

Junto a ellos, la artista sucumbe a la aventura de esta pasión desatada que es para ella la danza, defendiendo una actitud vital y una estética artística que pasa por la idea de que “solo vive quien arde”, como apunta el poema Una mujer que muestra su verdad del poeta Braulio Ortiz Poole, que sirve de hilo conductor de la obra.

Como apunta la sinopsis, Sí, quiero nace como “una respuesta categórica que no admite dudas, un anacrónico juramento y un grito contundente y necesario” en el que la bailaora, considerada una de las más poderosas y auténticas de su generación, ha querido explorar nuevos territorios creativos e invitar a una intensa y alegre ceremonia que pretende ser también una celebración colectiva del amor y de la vida.

Como explica la propia creadora, que cuenta con una sólida trayectoria a sus espaldas como destacada solista de compañías como la de Eva Yerbabuena, Javier Latorre o la Compañía Andaluza de Danza y que se encuentra en plena efervescencia creativa, este nuevo espectáculo supone un punto de inflexión por lo que tiene de reafirmación personal y artística.

De hecho, el proceso creativo le ha servido a Mercedes de Córdoba para afrontar nuevos desafíos como ampliar su compañía con las cuatro bailaoras que seleccionó en una convocatoria de audiciones que la artista abrió el pasado año a través de sus redes sociales y en la que participaron más de 140 candidatas.

La obra, por tanto, supone un importante salto en la carrera de la cordobesa que, tras hacerse con el Premio Nacional de Córdoba y el segundo Premio en el Festival Internacional de las Minas de La Unión, ha experimentado una importante evolución artística destacando por su carisma y su facilidad para transmitir emociones. Asimismo, se ha posicionado como una de las bailaoras más sólidas gracias a espectáculos como Ser. Ni conmigo ni sin mí, con el que obtuvo una gran acogida de crítica y público en el 24 Festival de Jerez y la pasada Bienal de Sevilla.

Pero, más allá de su crecimiento artístico y personal, este nuevo proyecto nace ligado a un contexto concreto, el de la pandemia, que ha obligado a los artistas a una parálisis física, profesional y emocional. Es decir, la difícil situación que atraviesa el sector cultural y, en concreto, el escénico, es lo que lleva a Mercedes de Córdoba a replantear su proceso creativo, por pura supervivencia, desprendiéndose de las inercias y tomando conciencia de la importancia de disfrutar de cada paso. En este sentido, el espectáculo, el escenario y el público es la culminación necesaria de una idea, pero no la única meta.

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