Marisa Paredes vuelve al teatro tras un largo paréntesis de 14 años

La veterana actriz, que asegura que las tablas "imponen mucho", se mete en la piel de una pianista que antepone su carrera musical a la familiar en 'Sonata de otoño'

La actriz Marisa Paredes, que el próximo martes estrenará en Avilés una versión de la obra de Ingmar Berman Sonata de otoño, confesó ayer sentir "miedo" ante su vuelta al teatro tras varios años sin subirse a los escenarios.

"Cuando una está 14 años sin subirse a un escenario, impone mucho, no es como el cine, que te permite repetir y tienes que mantener una verdad distinta", afirmó en rueda de prensa la intérprete.

La actriz regresa a las órdenes de José Carlos Plaza, junto a un elenco integrado por Nuria Gallardo, Chema Muñoz y la novel Pilar Gil, que se estrena en este montaje que "no sería posible" si no se consiguiera "exactamente" ese cuadro de intérpretes, según el director.

En realidad, según explicó Paredes, se trata de una "segunda vuelta", dado que el pasado año interpretó el personaje de la reina Gertrudis en el montaje de Lluis Pascual sobre Hamlet, una producción "muy cara" que muchos teatros "no pudieron asumir". Pero la vuelta real "con un personaje muy fuerte" se produce ahora con este texto del cineasta sueco Ingmar Bergman.

Paredes declaró que no recibió "prácticamente ningún proyecto" de trabajo durante su etapa como presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España entre 2000 y 2003 de la que recuerda con especial "interés" la respuesta del gremio contra la guerra de Iraq, que le pareció "lo más estimulante y eficaz".

Un pronunciamiento que tuvo especial énfasis en la gala de la entrega de los Goya de 2003 "con total improvisación, aunque la gente no lo crea", y que imprimió un efecto "dominó que motivó a muchísima gente a salir a calle a decir no a la guerra".

"Después de aquella gala llegaron a pedir mi cabeza" afirmó la actriz, que tuvo un recuerdo para el apoyo que entonces le prestó Pedro Almodóvar, que la defendió "de una manera extraordinaria".

Paredes, que se dio a conocer a nivel internacional de la mano del director de cine manchego, calificó además de "difícil" el montaje elegido para regresar al escenario al tratarse, según José Carlos Plaza, de "una obra de actores".

El director declaró que en Sonata de otoño aparecen los personajes "más descarnados" con los que ha trabajado nunca antes, porque lo que, a su juicio, lo que ha escrito el autor es una "biopsia de alma".

La trama aborda la historia de una pianista de éxito (Marisa Paredes) que antepone su carrera profesional a su familia.

La apariencia simplista del argumento "no es real" y permite mostrar "el alma" de los cuatro personajes que conforman esta familia de ficción, con serias dificultades para comunicarse entre ellos, según explicó Plaza.

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