El estudio de Medina Azahara interesa desde hace décadas a expertos en arqueología e historia de todo el mundo. Es el caso de Manuel Acién Almansa, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Málaga, que ayer cerró la primera jornada del curso de verano sobre el conjunto arqueológico con un análisis de sus características en relación con las ciudades palatinas islámicas del mismo periodo. Acién es un enamorado de Medina Azahara y espera que el Centro de Interpretación, que será inaugurado en septiembre, refuerce significativamente su promoción nacional e internacional. No obstante, el experto espera que el conjunto "mantenga el modelo de gestión" que ha tenido en las últimas décadas. "Una duplicidad de responsables -el del conjunto arqueológico y el del Centro de Interpretación-, con el reparto de competencias que conllevaría, sería quizá peligrosa", advierte Acién, que considera que existe "riesgo" de que el conjunto "acoja actividades no adecuadas". Para el profesor, "la investigación y la difusión no se deben separar en Medina Azahara".

Acién no duda de que Medina Azahara atesora méritos históricos suficientes para ser declarado Patrimonio Mundial. La Unesco, advierte, tiene sus protocolos, su sistema de valoración de los bienes en función de numerosos aspectos. "Entre 1 y 100 -asevera-, Medina Azahara estaría en torno a 90 puntos en la mayoría de los factores que puntúan; su gran problema es la defensa del territorio, las parcelaciones. Pero hay muchos más aspectos valorables y en todos ellos destaca".

Acién realizó en su intervención un recorrido por la historia de Medina Azahara. Entre los elementos "comunes" que presenta con otras ciudades palatinas islámicas, destacó el hecho de que fuera construida por un Califa. Asimismo, incorpora elementos decorativos y arquitectónicos "que están presentes en muchas otras ciudades de Oriente". Frente a esto, una diferencia significativa es su disposición en varias terrazas. "En este caso, al haber sido construida en la falda de la montaña, la topografía marca la jerarquía en la ciudad, con el Califa en la zona más alta y el pueblo en la más baja", explicó Acién.

En esta distribución resulta relevante el espacio otorgado a la Mezquita, en la medina, según las pautas de "ciertas ideas filosóficas que se están difundiendo en Oriente". Un criterio de separación entre la vida civil y la religiosa que ha interesado a muchos estudiosos del yacimiento.

El curso de verano Madinat al-Zahra: historia y arqueología de Al-Ándalus continúa hoy a partir de las 09:00 en la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía con intervenciones, entre otros, de los profesores Pau Soler y Pedro Gurriarán. El curso pretende ofrecer a los asistentes los resultados de las últimas investigaciones sobre la ciudad de Abderramán III.

Por otra parte, la consejera de Cultura, Rosa Torres, visitará mañana el Museo Arqueológico de Córdoba, en el que contemplará las piezas que el próximo septiembre serán trasladadas al Centro de Interpretación de Medina Azahara para su exposición permanente.