Málaga, un viaje hacia el infinito

En el programa de la candidatura de Málaga a la Capitalidad Cultural de Europa en 2016 juega un papel importante la traducción cultural, entendida, del modo más amplio, como un conjunto de mecanismos que permiten poner en contacto a los diferentes, a gente de distinto origen, idioma y conceptos y que conviven en el espacio de la ciudad. Málaga lleva trabajando siete años en la candidatura.

Las actividades del proyecto, cuyo eslogan es Ciudad infinita y que destaca el carácter de Málaga como "una urbe que siempre se está haciendo y deshaciendo, que se reinventa y sale fortalecida y que no tiene límites", según el presidente de la Fundación Málaga Ciudad Cultural, Juan López Cohard, giran en torno a siete líneas programáticas, en las que tendrán cabida todas las disciplinas artísticas.

Cada una de estas líneas, "muy malagueñas todas ellas y a la vez muy europeas y universales", responde a un día de la semana y, para su uso gráfico, a un color del arco iris.

Además, la filosofía de cada una coincide con un dios de la mitología.

En el listado final se prevé que haya unos 300 proyectos, surgidos sobre todo de las propuestas de la sociedad malagueña a través de distintas mesas sectoriales (organizadas en torno a diversas disciplinas artísticas, desde la música pop a la arquitectura pasando por el flamenco, las artes plásticas, el teatro y la música clásica), de los que ya se han concretado en torno a 60, y la voluntad es que todos ellos tengan continuidad.

Por ello, el programa se organiza con idea de futuro, incluso independientemente del veredicto final del jurado de la Capitalidad.

La primera de las siete líneas programáticas es Ciudad Paraíso, que aborda la relación de Málaga con la cultura como espacio cosmopolita y que acoge a artistas e intelectuales de todas partes del mundo. La segunda, Ciudad jonda, alude a la manera de vivir la cultura como improvisación y a los fenómenos culturales que no responden a un guión, sino que salen directamente del pueblo y que se estructuran sobre la marcha; en definitiva, a la cultura en su faceta más indisciplinada.

Edificando jardines pone en contacto la gloria de las zonas verdes de Málaga con las miserias de los problemas urbanísticos y los excesos cometidos en la costa, mientras que en Tradición de futuro se subraya que cuando la ciudad fue más ella misma es, precisamente, cuando ha mirado hacia el futuro (la época fenicia o el boom de los años 60 del pasado siglo).

En el peligro de la libertad resalta la capacidad que tiene la cultura para generar debate y el talante progresista y liberal de Málaga, subrayando la figura del general Torrijos, fusilado por defender la Constitución. El deseo atrapado por la cola es una línea pensada para dar cabida a la cultura por sí misma, al arte por el arte, el arte de más alto nivel. Finalmente, en Ciudad prodigiosa se hacen enfoques contemporáneos sobre los rituales más esencialmente malagueños (la tauromaquia, la Semana Santa, la noche de San Juan y los verdiales, entre otros).

Además, la candidatura malagueña apuesta por la recuperación de solares, plazas y edificios vacíos en la ciudad para su puesta en valor con la realización de actuaciones culturales. El objetivo de esta iniciativa es utilizar esos vacíos urbanos, esas heridas, como oportunidades para el desarrollo.

Por último, destaca el carácter provincial de la candidatura malagueña, que se evidenció en la firma el pasado 2 de julio por parte de los Ayuntamientos de Marbella, Vélez-Málaga, Ronda y Antequera de un convenio de integración en este ambicioso proyecto.

El dossier que Málaga entregó el pasado mes de julio en el Ministerio de Cultura ha sido redactado por la empresa Ingenia QED (cuyo asesor, Fernando Huici, ha supervisado personalmente las mesas sectoriales y proyectos), con un presupuesto de 100.000 euros.