El Lebrijano y Arcángel se suman a una Noche Blanca que llegará a 40 espacios
Seiscientos artistas protagonizarán la segunda edición de la iniciativa en la noche del 20 y la madrugada del 21 de junio · La alcaldesa destaca la apuesta por el mestizaje y la convivencia que define la esencia de este singular acontecimiento
Alfombras de claveles, sillas de anea, botellas de fino, sombreros cordobeses, guitarras. El salón de mosaicos del Alcázar de los Reyes Cristianos presentó en la mañana de ayer un aspecto muy distinto del habitual. La razón era la presentación oficial de la segunda edición de La Noche Blanca del Flamenco, que reunirá en Córdoba en la noche del 20 y la madrugada del 21 de junio a más de 600 artistas en lo que se pretende que sea una fiesta de la cultura, el arte y la participación ciudadana. El éxito de la primera entrega ha llevado al Ayuntamiento a reforzar su apuesta por una actividad que proyecta el potencial cultural de Córdoba en el marco de la pugna por la Capitalidad de 2016 al tiempo que rescata las esencias de un arte íntimamente ligado a la ciudad y a la comunidad andaluza. Juan Peña El Lebrijano (que actuará con el violinista marroquí Faiçal Kourrich y la Orquesta Andalusí), el cantaor onubense Arcángel y los ya anunciados José Mercé, Rosario Flores y Medina Azahara encabezan una relación de 600 artistas que actuarán desde las 22:30 hasta las 07:00 en 40 espacios de la ciudad.
"El flamenco es patrimonio inmaterial que impregna el aire de esta tierra", señaló ayer la alcaldesa, Rosa Aguilar, que destacó la apuesta que La Noche Blanca hace "por el mestizaje y la convivencia". Desde los ámbitos más puros del clasicismo hasta las propuestas más arriesgadas de la vanguardia, La Noche Blanca despliega un enorme abanico de actividades que tienen en cuenta también al público infantil y la relación del flamenco con otras disciplinas artísticas. El programa contempla tres epígrafes principales: grandes producciones, espectáculos en los barrios y espectáculos en el Casco Histórico, a los que se añaden un programa de arte contemporáneo, una producción para los niños, una parada rociera y una actividad protagonizada por la diseñadora Juana Martín, entre otras iniciativas. Al igual que el año pasado, habrá restaurantes y tabernas de guardia durante la madrugada.
Las grandes producciones mantienen las ubicaciones de 2008. El Lebrijano y Faiçal Kourrich, en compañía de la Orquesta Andalusí, ofrecerán el espectáculo Puertas abiertas en la plaza de las Tendillas, José Mercé actuará en la plaza de la Corredera (en el que se perfila como uno de los recitales más atractivos para el gran público), Arcángel (una de las nuevas voces del flamenco con mayor proyección) en el Patio de los Naranjos, Rosario Flores y Medina Azahara en la avenida de la República Argentina y el Teatro de la Axerquía acogerá el montaje Cálida hondura, que apuesta por una visión literaria del baile flamenco bajo la dirección artística de Daniel Navarro, con coreografía de Javier Latorre y música de Vicente Amigo y José Manuel Hierro.
Los artistas cordobeses protagonizan las producciones en el Casco Histórico y los barrios. El primer apartado contempla diez citas, en la plaza del Conde de Priego (Taurojondo, un montaje músico-visual en el que lo flamenco y lo taurino se dan la mano en una simbiosis estética de profundo calado), la Cuesta del Bailío (Pasión, un concierto de raíz flamenca con tambores y cornetas que supondrá un guiño a la Semana Santa cordobesa), el Compás de San Francisco (Medea, una dramaturgia sobre el mito clásico de Eurípides para voces flamencas, coro y ballet), la plaza de Abades (Con voz de mujer, espectáculo-recital de voces femeninas que homenajea a las mujeres que rompieron esquemas en la historia del cante), la plaza del Cardenal Salazar (Tres Córdobas de hermosura, una suite flamenca para el baile sobre la base de las tres culturas y protagonizada por tres mujeres), la Posada del Potro (Puro y jondo, un homenaje al Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba), el monumento a San Rafael (Con otros aires, un concierto de temas clásicos y contemporáneos adaptados para voces flamencas), la plaza de Jerónimo Páez (De Córdoba a La Habana, una recreación escénica con los cantes de ida y vuelta como telón de fondo), el Museo Julio Romero de Torres (Jondura, performance en la que el flamenco, en su expresión más jonda, se funde con el arte del pintor) y la plaza de la Compañía (Cinco cordobeses cinco, homenaje a Dora La Cordobesita, María La Talegona, María La Bolera, Pepita Morales y Ana La Tomata.
El apartado de producciones en los barrios tendrá como puntos de atención las plazas de la Juventud, Cañero, Amanecer de Fátima, la Unidad, la Marina Española, los Califas y Valdeolleros, el Campo de la Verdad, el Parque Cruz Conde y la Huerta de la Reina.
La Noche Blanca del Flamenco supone, según la alcaldesa, "una llamada a la felicidad y a la magia" que volverá a implicar "a miles y miles de personas que saben apreciar la riqueza que atesora este arte, que sale del corazón y del alma".
La presentación de La Noche Blanca del Flamenco, que contó como conductor con el periodista Jesús Vigorra, reunió en el Alcázar, junto a una amplia delegación municipal, a representantes de numerosos sectores de la sociedad cordobesa. Entre los participantes estuvieron presentes El Lebrijano y José Mercé, además de algunos artistas locales como los integrantes de Medina Azahara. El Lebrijano, que se definió como "discípulo de Ziryab", recordó la especial relación que ha mantenido con Córdoba a lo largo de su larga trayectoria. "Se habla siempre de la Córdoba callada, pero ¿hay algo más importante que el silencio?", se preguntó el artista, que considera que "cuando Córdoba habla, toca la campana grande y todo el mundo se pone a escucharla". Así ha ocurrido, afirmó, con La Noche Blanca del Flamenco. Por su parte, Mercé afirmó que tiene "mucho que agradecerle a Córdoba" y a su Concurso Nacional de Arte Flamenco, del que fue uno de los ganadores en la edición de 1986. "Supuso un impulso muy importante para mi carrera", indicó el artista, que apoya la candidatura de Córdoba a la Capitalidad Cultural. "Si no se la dan es que son muy torpes", proclamó El Lebrijano.
Juan Peña Fernández, nacido en Lebrija en 1941, está considerado el mayor heredero moderno de la tradición gitano-andaluza. Puertas abiertas, publicado en 2005, supuso el disco número 34 de su trayectoria: una fusión de música popular andaluza y música andalusí con la que el reconocido artista hace un canto a la diversidad y al entendimiento cultural.
El Lebrijano será el gran veterano de una noche que consagra un amplio espacio para las voces jóvenes del flamenco. Entre ellas destaca la de Francisco José Arcángel Ramos (Huelva, 1977), conocido artísticamente como Arcángel. Un cantaor que debutó siendo niño, grabó su primer disco en 2001 y ha colaborado con algunas de las principales figuras del baile flamenco actual. Ha ganado diversos premios.
La Diputación (que pondrá autobuses a disposición de los ciudadanos de la provincia que quieran asistir a las actividades), la Junta de Andalucía y el Consejo Regulador Montilla-Moriles colaboran también en la organización de la segunda edición de La Noche Blanca del Flamenco, junto a diversas áreas municipales. Joaquín Zurita es el coordinador general de un acontecimiento en cuyo staff también figuran Manuel Ruiz Queco (grandes producciones), Juan Carlos Villanueva (espectáculos en el Casco Histórico) y Miguel Ángel Moreno (artes plásticas).
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