José Antonio regresa a la escena en Madrid con 'Invocaciones'

El bailarín y coreógrafo José Antonio ha recurrido a los "recuerdos, vivencias y enseñanzas" que le convirtieron en lo que es para crear Invocaciones, un nuevo espectáculo "bien bailado y cantado" con el que regresa a la escena, aunque, precisa, no intentará hacer recordar lo que fue. Desde ayer, y hasta el 2 de agosto, el bailarín madrileño (1951), que dejó la dirección del Ballet Nacional de España (BNE) en 2011, vuelve a calzarse los botines con este espectáculo programado dentro del festival Veranos de la Villa.

Y regresa con una hora y cuarto de "fundición de danza y flamenco" en la que diez artistas, entre los que están además de él bailaores de la talla de Merche Esmeralda, Leonor Lea o Fernando Romero, no desaparecen del escenario.

José Antonio afirma que no reaparece con ninguna intención de "intentar recordar" lo que ha sido ni "cómo" ha sido, sino de mostrar el "poso de conocimiento y sabiduría" adquirido durante su carrera profesional, que comenzó en Buenos Aires cuando apenas tenía ocho años y que parecía finalizada tras su desaparición de los escenarios en 2011.

Y no pretende demostrar lo que fue en el mundo de la danza porque Invocaciones no nació como un ballet, sino como una especie de "cadena de transmisión" donde los diez artistas van "mutando y cambiando": "Es como una terapia grupal donde nos desnudamos de nuestro interior, expresamos nuestros bailes como los sentimos", explica.

"Ni me fui ni ahora regreso, simplemente cuando hay cosas en las que encuentro interés me involucro. Y ésta ha sido una oportunidad muy especial para crear este colectivo y reunirnos en este espectáculo. Es un esfuerzo muy grato", matiza.

Junto al elenco de diez artistas, en Invocaciones el madrileño hace un llamamiento a sus "recuerdos, vivencias y a los seres y artistas" que le han ido "vistiendo y formando" como ser humano y artista a través no sólo de la danza, sino del cancionero popular y canciones del poeta Federico García Lorca interpretadas por un piano y dos guitarras.

"Como he sido siempre muy honesto, quiero decir que es un espectáculo tan sencillo que puede impactar por esa sencillez, muy bien bailado, muy bien tocado, y yo creo que eso es algo para valorar y disfrutarlo", afirma sobre este montaje austero en el que los artificios no existen, sólo la danza y la música.