India Martínez gana un Goya en una gala en la que brilla Banderas

'La isla mínima', 'Ocho apellidos vascos' y 'El Niño' destacan en una edición que celebra los resultados conseguidos el pasado año por la industria, los mejores de su historia

India Martínez, con su 'cabezón' por la Mejor Canción Original.
India Martínez, con su 'cabezón' por la Mejor Canción Original.
Agencias / El Día

08 de febrero 2015 - 05:00

La cantante cordobesa India Martínez se alzó ayer, junto a David Santisteban y Riki Rivera, con el Goya a la Mejor Canción Original por Niño sin miedo, tema principal de la película El Niño, de Daniel Monzón, en una noche en la que brilló el malagueño Antonio Banderas, Goya de Honor, y la película andaluza La isla mínima, que se alzó, entre otros, con el de Mejor Actor para Javier Gutiérrez. "Esto no es sólo mío y quiero compartirlo con todo el equipo de El Niño, gracias por creer en nosotros y hacernos tan felices con esta propuesta", dijo emocionada India Martínez.

El presentador de la gala, Dani Rovira, que más tarde consiguió el galardón en la categoría de Mejor Actor Revelación por Ocho apellidos vascos, comenzó su intervención con un discurso a gritos sobre el buen año que el cine español ha vivido en 2014, en el que "hemos conseguido que más de 20 millones de espectadores hayan soñado desde las butacas". Tras esto, le pidió permiso al presidente de la Academia, Enrique González Macho, para "empezar ya con las cosas de la risa". Y comenzó dirigiéndose al ministro de Cultura, José Ignacio Wert, que este año sí asistió a la gala. "Siéntete querido y enamórate de nosotros", le pidió. Tras esto, repartió bromas entre los actores principales de las películas nominadas en la máxima categoría. Como a Jesús Castro, al que le confesó que le da "mucho coraje. Eres guapo, tan guapo que me enamoro ahora. Y eres muy bueno, hijo de puta" y le deseó "muchísima suerte esta noche", aunque finalmente la Academia se decantó por el protagonista de Ocho apellidos vascos.

Para esta cinta fue también el premio al Mejor Actor de Reparto, que consiguió Karra Elejalde, y se lo entregó su hija en la película, Clara Lago. El de Mejor Actriz de Reparto lo logró Carmen Machi, que aseguró que "formar parte de este peli" ha sido "un lujo". Y a la recientemente desaparecida Amparo Baró -su compañera en Siete vidas- le dedicó el galardón: "amada, añorada y querida, esto es para ti".

El de Mejor Actriz Revelación fue para Nerea Barros por La isla mínima, que casi no pudo hablar por su llanto de emoción, y dio las "gracias a cada uno de los miembros de la Academia por darme el reconocimiento tan maravilloso". "Viva el cine español, viva el público español; este año ha habido unos peliculones increíbles, hemos roto la distancia que había con el público", agregó. Para esta cinta fue el cabezón a Mejor Guión Original, concedido a Alberto Rodríguez y Rafael Cobos.

La película, que partía como favorita con 17 nominaciones, también se llevó los premios en las categorías técnicas como el de Mejor Vestuario para Fernando García, Mejor Montaje para José M. G. Moyano, Mejor Dirección Artística para Pepe Domínguez, Mejor Dirección de Fotografía a Álex Catalán y el de Mejor Música Original para Julio de la Rosa.

El de Mejor Sonido fue para El Niño, al igual que el de Mejores Efectos Especiales y el de Mejor Dirección de Producción, mientras que el de Mejor Maquillaje y Peluquería se lo llevaron Carmen Veinat y José Quetglas por Musarañas.

Magical Girl logró el Goya a la Mejor Actriz, que fue para Bárbara Lennie, una categoría a la que también optaba la cordobesa Macarena Gómez por Musarañas.

Uno de los momentos más especiales fue la entrega del Goya de Honor a Antonio Banderas por Pedro Almodóvar, que recordó que en los 80 los ojos de los personajes masculinos de sus películas eran los de Banderas: "Nadie como él ha mirado con tanta pasión y con tanto deseo". El director de Todo sobre mi madre indicó que tuvo la suerte de encontrarse con él a los pocos meses de llegar de su Málaga natal y rememoró cómo el actor "incendió las pantallas en los 80 y en los 90 consiguió triunfar fuera de nuestras fronteras, algo que solo había hecho Fernando Rey".

Por su parte, Banderas confesó que todo lo que tiene se lo debe a su profesión, "pero no tanto lo que tengo, sino lo que soy", a lo que agregó que "el que está aquí subido no sólo me pertenece a mí" sino a todos los que se han cruzado en su camino y de una u otra forma lo han moldeado. Habló sobre su pasado y su futuro porque "si miro hacia atrás me veo viejo, pero si echo la vista hacia delante me siento muy joven" y echó una mirada al pasado en la que "surgen nombres grandes con los que tuve la ocasión de compartir la pantalla, que dejan huella". Para concluir su extenso discurso, hizo referencia a la crisis, el estado natural del cine y los actores. "Y debo serlo, el caos es el mejor aliado de cada artista, debemos moldear en el barro, en ello hemos de vivir", sentenció.

Este año el discurso de González Macho se salió de la norma, él mismo indicó que "quisiera hacer una elipsis para pasar de un momento a otro sin tener que mencionar lo que he mencionado estos tres últimos años". Entonces hizo "una reivindicación" por el "maldito IVA, que ya va siendo hora de que nos lo bajen". Así, comentó que "los problemas siguen ahí, el que los quiera recordar que se remita a mis anteriores intervenciones", sin embargo, destacó que "estamos en un momento muy bueno del cine". En su intervención se dirigió a los embajadores que estaban presentes en la sala, y en especial a los de EEUU y Francia, a los que confesó la "envidia" que siente por sus modelos y el apoyo de sus gobiernos al cine.

También habló del presente del cine español y "de los que hacéis el cine". "Estáis aquí los culpables, aunque no todos, de lo que ha pasado este año, ¿qué queréis que os diga? Habéis creído en lo que teníais que creer y lo habéis hecho de tal forma que habéis logrado que sea un año excepcional para el cine español", señaló, para animarlos a "levantarse" aunque se caigan "una, dos, tres, cuatro o cinco veces". "Quisiera deciros que hoy en esta gala tenemos un modelo que tenemos que seguir, que tiene que ser nuestro faro, está aquí y tiene 89 años, nuestra querida y admirada Asunción Balaguer", a la que todo el público dio una sentida ovación. A ella se dirigió después: "no puede haber mejor modelo, será imposible igualarte, pero aunque te lleguemos a las rodillas será suficiente".

Para finalizar, resaltó la importancia de los cortos, una categoría que debe tener "nuestro reconocimiento" y de la que en esta edición se han presentado "unas obras maravillosas".

Después de esta alabanza a los cortos llegó el momento de entregarlos. El de mejor animación fue para Juan y la nube, de Giovanni Maccelli, que aseveró que los cortometristas "no somos el futuro, somos el presente"; el de documental se lo llevó Walls (Si estas paredes hablases), de Miguel López Bezara; y el de ficción para Café para llevar, de Patricia Font.

Carlos Marques-Marcet logró el cabezón a Mejor Dirección Novel por 10.000 km, mientras que el premio al Mejor Guión Adaptado fue para Clare García, Cristóbal Ruiz y Javier Fesser por Mortadelo y Filemón, cinta que también fue reconocida en la categoría de Mejor Animación. La Academia destacó como Mejor Película Iberoamericana a Relatos Salvajes, de Damián Szifron; y como Mejor Película Europea a Ida, de Pawel Pawlowsky.

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