Hollywood corona a la monarquía británicaEl rey, el vaquero y la red: luces y sombras de los Oscar
83 edición de los premios oscar Javier Bardem pierde ante Colin Firth y se queda sin su segunda estatuilla
'El discurso del rey' se consagra como mejor película en una gala en la que los premios estuvieron muy repartidos · Su protagonista, director y guión también logran el Oscar
El drama histórico El discurso del rey se coronó como triunfador de la 83 edición de los Oscar en una ceremonia sin suerte para Biutiful y su protagonista, el español Javier Bardem, que se fueron a casa sin recompensa.
El filme sobre la tartamudez del rey Jorge VI de Inglaterra hizo valer el favoritismo que le daban sus 12 nominaciones y atesoró la estatuilla más codiciada, la de mejor película, así como mejor director para Tom Hooper, mejor actor para Colin Firth y mejor guión original para David Seidler. Un resultado que coincidió con las previsiones iniciales de los analistas, aunque la gala tuvo suspense hasta el final ya que por momentos pareció que La red social, filme sobre la creación de Facebook, podía dar la sorpresa, algo que al final no sucedió.
La red social se tuvo que conformar con tres estatuillas, la lograda por Aaron Sorkin al mejor guión, la de mejor banda sonora y otra por el mejor montaje, una cosecha modesta para las expectativas generadas por esta producción que se vio superada también por Origen.
Esa cinta de ciencia ficción dirigida por Christopher Nolan y protagonizada por Leonardo DiCaprio cosechó el mismo número de premios que El discurso del rey y dominó en las principales categorías técnicas. Origen logró el Oscar de mejores efectos especiales, mejor fotografía, mejor edición de sonido y mejor mezcla de sonido en una gala presentada por Anne Hathaway y James Franco, estandartes de una nueva generación de actores en Hollywood que intentaron captar la atención de la audiencia joven. La gala, que fue de más a menos, dejó sin recompensa a los candidatos latinos liderados por Biutiful, filme de Alejandro González Iñárritu que optaba a la estatuilla de mejor película extranjera en representación de México.
Biutiful se fue de vacío igual que le ocurrió hace 10 años a Amores perros, primera película con la que Iñárritu optó a la estatuilla de habla no inglesa. Tampoco Javier Bardem, protagonista de Biutiful, fue agraciado con el codiciado premio que ya logró en 2008 por su trabajo en la cinta de los hermanos Coen No es país para viejos. Bardem vio desde su butaca en el teatro Kodak, donde estuvo acompañado por su mujer y madre de su hijo, Penélope Cruz, cómo Colin Firth se imponía como mejor actor.
Brasil tampoco pudo celebrar la victoria como mejor documental de Waste Land, una producción que retrataba la vida de los trabajadores de uno de los mayores vertederos del mundo situado en Río de Janeiro, que perdió frente al relato económico Inside Job.
En una ceremonia en la que los galardones estuvieron muy repartidos, The Fighter se llevó los de las categorías de mejor actor de reparto y mejor actriz secundaria, para Christian Bale y Melissa Leo, respectivamente.
Dos estatuillas obtuvieron también Toy Story 3, mejor película animada y mejor canción, y Alicia en el país de las maravillas, mejor vestuario y mejor dirección artística. Cisne negro, con cinco nominaciones, se tuvo que conformar con un Oscar, el conseguido por Natalie Portman como mejor actriz. La joven, prometida y embarazada, no pudo evitar que se le escapara alguna lágrima al recoger la estatuilla. "Esto es una locura. Me siento tan agradecida de poder hacer el trabajo que realizo...", declaró.
Otros títulos como Valor de ley, que contaba con diez nominaciones, y 127 horas, con seis, vieron premio a premio cómo se evaporaban todas sus opciones de victoria. Tampoco tuvieron recompensa Los chicos están bien y Winter's Bone, ambas con cuatro candidaturas. La lista de agraciadas incluyó a El hombre lobo, que mereció el Óscar al mejor maquillaje.
Entre los momentos más significativos de la 83 edición de estos galardones destacó la participación del veterano actor Kirk Douglas, que apareció con bastón sobre el escenario a sus 94 años y tuvo tiempo para flirtear con la joven Hathaway: "Estás preciosa. ¿Dónde estabas cuando yo hacía películas?". Douglas hizo sufrir hasta la extenuación a las actrices de reparto nominadas, alargando el momento de descifrar la ganadora (Melissa Leo, que soltó la primera palabrota en la historia del Oscar). "De verdad, de verdad, de verdad... ¡Guau! Cuando lo veía por la televisión parecía jodidamente fácil", afirmó la actriz, nerviosa, sobre el escenario. Un taco que, gracias al retardo, se suprimió de la retransmisión televisiva de los premios.
Hace unas semanas Charo Ramos, jefa de Cultura y sin embargo amiga, me pidió un artículo sobre las candidaturas al Oscar. Ciñéndome a las películas con mayor número de nominaciones -El discurso del rey (12), Valor de ley (10), La red social (8) y Origen (8)- concluía, dada la talla de todas ellas: "Una cosa es segura: ganará el buen cine. Póngasele después el apellido que se quiera". Entregados los premios creo que puede afirmarse que ha ganado el buen cine, con el apellido clásico o académico. Matizando que algún mamarracho se ha colado y alguna injusticia se ha cometido.
En lo positivo figuran los premios obtenidos por Colin Firth y Natalie Portman (actor y actriz protagonista, El discurso del rey y Cisne negro), Aaron Sorkin (guión adaptado, La red social), Toy Story 3 (animación), Wally Pfister (fotografía, Origen; aunque sus competidores eran todos formidables), Trent Reznor y Atticus Ross (banda sonora, La red social), Randy Newman (canción, Toy Story 3), Angus Wall y Kirk Baxter (montaje, Origen), Richard King (montaje de sonido, Origen) y Paul Franklin, Chris Corbould, Andrew Lockley y Peter Bebb (efectos especiales, Origen). En lo positivo meto también que el mamarracho pretencioso de Cisne negro se haya pegado el castañazo.
En lo negativo figuran las injusticias cometidas con David Fincher y los Coen. La red social y Valor de ley tenían más méritos que El discurso del rey -siendo ésta una gran obra- para ser elegidas mejor película y David Fincher para serlo mejor director. La interpretación del ganador a la mejor interpretación masculina de reparto, Christian Bale (El luchador) es pura sobreactuación, siendo muy superior la de Geoffrey Rush en El discurso del rey. Lo mismo sucede con la interpretación femenina de reparto, siendo muy superior la derrotada Hailee Steinfeld (Valor de Ley) a la efectiva Melissa Leo (El luchador). Como guión original, el de Christopher Nolan para Origen supera al premiado de El discurso del rey. Los premios a la dirección artística de Robert Stromberg y Karen O'Hara, y al diseño de vestuario de Colleen Atwood (Alicia en el país de las maravillas), me parecen injustos hacia sus competidores Guy Hendrix Dyas, Larry Dias y Doug Mowat (Origen); y Jenny Beavan (El discurso del rey).
Dicho lo cual he de añadir que no comparto el disgusto de algunos colegas ante el triunfo de El discurso del rey. Uno de ellos ha escrito: "No deja de ser una película correcta, muy bien interpretada y con un estupendo guión". ¿Pues qué más quiere? Los Oscar no son Cannes o Venecia. Como ya he dicho, y aún tratándose de una gran película, creo que La red social y Valor de ley son superiores; pero también que sus competidoras -sobre todo Cisne negro, Los chicos están bien y El luchador- son muy inferiores a ella. Con lo que la cosa queda equilibrada.
Desde que el Oscar a la mejor película lo ganó en 1975 la tramposa Alguien voló sobre el nido del cuco y en 1976 la hortera Rocky, la estatuilla ha premiado más faenas de insulsa corrección o mamarrachos que obras maestras o grandes películas, entre las que en los últimos 35 años sólo contaría Annie Hall (1977), El cazador (1978), El silencio de los corderos (1991), Sin perdón (1992), La lista de Schindler (1993), El Señor de los Anillos: el retorno del rey (2003), Million Dollar Baby (2004) y No es país para viejos (2007). El discurso del rey no figura entre las peores de las restantes 27 películas que lograron el Oscar. Tranquilos.
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