La Guerra Civil a las riendas de una mula

Michael Radford continúa el rodaje de 'La mula', protagonizada por Mario Casas, María Valverde y Secun de la Rosa, entre otros, en la sierra de Montoro, donde permanecerán hasta noviembre

Jorge Suquet, Mario Casas y Secun de la Rosa, ayer, durante el rodaje de 'La mula' en la sierra de Montoro.
Jorge Suquet, Mario Casas y Secun de la Rosa, ayer, durante el rodaje de 'La mula' en la sierra de Montoro.
Ángela Alba / Córdoba

24 de octubre 2009 - 05:00

Como un don Quijote acompañado por su Sancho, tal que un caballero andante y su fiel escudero, o simplemente dos amigos que intentan sobrevivir a una guerra y apoyarse el uno en el otro mientras pasan calamidades. Así aparecen Mario Casas y Secun de la Rosa en La mula, la película que Michael Radford está rodando desde el pasado mes en la sierra de Montoro.

El filme, basado en el libro homónimo de Juan Eslava Galán, se desarrolla durante los últimos meses de la Guerra Civil y narra la historia de Juan Castro (Mario Casas), un joven militar que lucha en el frente de Peñarroya, más preocupado por mantener con vida a su mula, a la que encuentra extraviada en mitad del campo de batalla, que por luchar. Su objetivo es claro y por él desencadena incluso algunas situaciones que rozan el absurdo para hacerla pasar inadvertida: quiere llevársela a casa al final de la guerra.

"Se encuentra una mula perdida en el campo y va a tratar de esconderla hasta el final porque su sueño es tener una mula, una mujer y una casa. Esa es su educación y la que tenía la gente del campo", explica Mario Casas sobre su personaje. "Vive la guerra desde un punto de vista muy humano, sin apenas darse cuenta de lo que está pasando porque a él la política no le toca, lo que entiende son las personas y lo que sufren los republicanos y los nacionales", añade.

La mula "es un viaje en el que Juan Castro, sin saber nada al principio, va a ir evolucionando gracias a otros personajes con los que se va encontrando". Uno de ellos es Conchi (María Valverde), de la que el personaje principal está enamorado.

Mario Casas, que ha participado en otros largometrajes como El camino de los ingleses, Mentiras y gordas y Fuga de cerebros, confiesa que Juan Castro es el personaje que más está disfrutando "y más siento dentro de mí, tengo casi una doble personalidad". El protagonista también expresó que lo más complicado a la hora de meterse en la piel del joven mulero ha sido conseguir un acento cercano al iliturgitano, ya que el protagonista del filme es natural de Andújar. "Está siendo muy bonito pero a la vez muy intenso", agrega Casas.

El fiel escudero de esta historia es Secun de la Rosa, el mejor amigo de Juan Castro. Ambos jóvenes se conocen de toda la vida, desde pequeños compartían juegos. Cuando la guerra los sorprende ya viven en la pobreza, uno cabrero (Secun de la Rosa) y el otro mulero (Mario Casas), y trabajan para un señorito. "El Chato es un personaje muy humilde e ignorante, muy buena persona pero muy cateto", apunta De la Rosa. Su fiel amistad con Juan Castro hace que lo siga cuando se alista como mulero de los soldados. "Es su compañero de aventuras", añade.

Para De la Rosa lo mejor de su personaje es "toda la inocencia que mantiene a lo largo de la guerra, a pesar de lo que ve, mucha hambre y muchas muertes". El Chato mantiene su ingenuidad durante toda la historia, "se da cuenta que se va a quedar así toda la vida, un estilo a Alfredo Landa en Los santos inocentes, no tiene ideología ni las ansias de libertad que tiene Juan Castro".

Uno de los papeles más complejos del filme es el alférez Estrella, un joven de buena familia y muy buena educación interpretado por Jorge Suquet que se ve obligado a interrumpir sus estudios de Derecho para entrar en la academia militar y luchar en el frente. Allí conoce a Juan Castro, y "encuentra en su humildad y su forma de ver la vida a alguien en quien confiar, a un amigo al que puede contar todo", manifiesta Suquet.

Uno de esos secretos es que está inmerso en el bando nacional por motivos familiares, aunque él no comulga con estas ideas. "En realidad se siente republicano, pero no tiene valor para pasarse, por lo que está luchando con el enemigo y contra los suyos", declara. Estas circunstancias hacen que sea un personaje muy perturbado psicológicamente, "una persona muy noble y sencilla que tiene una ideología muy marcada pero atormentado porque no es capaz de pasarse de bando".

Jesús Carroza y Pepa Rus son otros dos actores protagonistas que acompañan a Mario Casas en esta aventura, de la que Michael Radford es parte fundamental. Todos los intérpretes coinciden en que es un director "maravilloso" que tiene muchas exigencias "pero siempre desde un punto de vista respetuoso" que hace "sacar lo mejor de cada actor". Y para finalizar, en esta historia épica no hay que olvidar a Valentina, la mula blanca que centra la trama y que hasta tiene una doble que la sustituye en algunas escenas.

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