Guadalupe Roldán, primer premio a la Mejor Encuadernación Artística
La cordobesa consigue este galardón por tercera vez por su trabajo con las tapas de 'Entreguerras'
Guadalupe Roldán, Francisca Consuegra y Zigor Anguiano recibieron ayer el primer, segundo y tercer premio a las Mejores Encuadernaciones Artísticas 2013, que otorga la Secretaría de Estado de Cultura. Esta es la tercera vez que Roldán, cordobesa afincada en Madrid, gana este galardón, que ya obtuvo en las ediciones de 2007 y 2009. "Estoy muy feliz. Mis compañeros me dicen que soy una abusona, me prohíben que me presente más, dicen que me llevo muchos premios, pero para mí éste es un reto y disciplina, porque tengo un montón de libros por encuadernar y no los acabo porque no tengo prisa", aseguró esta trabajadora de la biblioteca José Saramago de Rivas-Vaciamadrid.
Este premio convocado anualmente tiene por objeto galardonar las mejores encuadernaciones, a fin de estimular y reconocer la labor de los artistas encuadernadores españoles. La convocatoria del galardón establecía, en esta edición, que la obra objeto de encuadernación fuera Entreguerras, de José Manuel Caballero Bonald, Premio Cervantes 2012.
Dotados con 6.000, 4.000 y 2.000 euros respectivamente, los galardones recayeron en tres encuadernaciones que fueron presentadas al certamen bajo los nombres Marcos, UP y Aún la vida.
"El título Entreguerras es para mí como la libertad que está encarcelada",describió Roldán, que ha usado la técnica del "encartonado sobre escartivanas" y como únicos colores ha utilizado el blanco, gris y negro.
Madrileña de adopción y navarra de corazón, como ella misma se define, Roldán reconoció que no se puede vivir de la encuadernación, porque en la actualidad "no hay suficientes bibliófilos". "Es un trabajo muy lento, laborioso, los tiempos hoy van muy deprisa, ya no hay el amor al libro que había antes", apuntó.
Su parte favorita de la encuadernación de arte de un libro es "el diseño" y encuentra en esta disciplina artística ese "ratito de silencio" que necesita.
"Es encontrar el ratito de silencio en el que dices: ¡Ña la porra con todo!, y empiezas poco a poco a hacerlo, en silencio", describió la ganadora, que lleva 15 años encuadernando.
Este año Roldán reconoce que está notando mayor interés por la encuadernación y se siente positiva respecto al futuro de este arte que, según reconoció, "es un mundo pequeño". "No es una cosa de masas, pero es muy interesante y ahora se está desarrollando un trabajo increíble".
"El libro electrónico es el futuro, y los niños tienen que estudiar así y es lo lógico, -añadió- pero por otro lado esta el libro hecho a mano, hecho con amor, y que siempre habrá gente que lo valore".
Además de las tres obras premiadas, las encuadernaciones tituladas Indecisión y Líneas han quedado finalistas en esta edición en la que el jurado ha seleccionado para su exposición las obras Desde el cielo y Caterva.
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