La ópera acerca al Gran Teatro a un 'Macbeth' martirizado por su ambición
La lírica vuelve al coliseo el viernes y el domingo con la obra de Verdi, basada en el texto de Shakespeare En el montaje participan la Orquesta de Córdoba y el Coro Ziryab
La lírica regresa al Gran Teatro el próximo fin de semana (viernes a las 20:30 y domingo a las 19:00) con la ópera Macbeth, una obra de Verdi con un mensaje muy actual y en la que el protagonista aparece como "un hombre martirizado" por su ambición de poder. Así lo manifestó ayer en la presentación del montaje el director de escena, José Luis Castro, que apuntó que "es una producción un tanto singular" porque "en cada teatro es como un nuevo estreno".
La escenografía de este montaje muestra "el teatro por dentro, no cuenta con los típicos decorados" sino que utiliza "todos sus recursos", es decir, las cajas negras, las bambalinas, los cicloramas o tules. Castro explicó que "para hacer un Macbeth se requiere de un gran teatro, un gran foso y muchísimos figurantes" por lo que es difícil de llevar a escena en coliseos de formato mediano. Por ello han creado "un montaje ajustado a la realidad en todos los sentidos, también a la económica", en el que domina la austeridad aunque "no por ello carece de la grandeza de la ópera". En este Macbeth la imagen tiene un gran protagonismo y se ha usado, más que para recrear espacios escénicos, para contar las emociones de los personajes. Todo esto hace que el montaje sea más "fácil para el espectador".
La obra cuenta "con un reparto difícil de conseguir" en el que figuran Ángel Ódena como Macbeth, Maribel Ortega como Lady Macbeth, Marc Pujol como Banquo, Juan Luque como Macduff, Alejandro González como Malcom, Lucía Tavira como la Dama de Lady Macbeth y Manuel J. Montesinos como el médico y el siervo de Macbeth. Además participan el Coro Ziryab y la Orquesta de Córdoba.
Castro destacó que lo más importante de esta obra es "que se acerca un poco al día de hoy mostrando la lucha por el poder" y además ha eliminado el estigma de montaje sangriento que acompaña a este título. "Aquí no hay prácticamente sangre, sólo algún elemento casi pictórico", porque el director no ha "considerado tan malo a Macbeth como lo hubiéramos pensado hace cientos de años". Castro explicó que a partir del momento en el que el protagonista mata al rey para quedarse con el trono "ya se convierte en un personaje martirizado, que tiene el poder que ha conseguido a través de la traición y la muerte" pero "de pronto aparece su moral y durante toda la obra sufre hasta el final".
El director musical, Miquel Ortega, recordó que una de las primeras intervenciones de su carrera fue en el Gran Teatro con Il Trovatore, también de Verdi, por lo que para él "siempre es una ilusión volver a Córdoba".
Ortega explicó que Macbeth es una de las grandes tragedias de Shakespeare y de la historia de la humanidad y esta obra refleja la admiración de Verdi por el escritor inglés. En 1847 el compositor italiano escribe esta ópera para Venecia y quedó tan satisfecho con ella que incluso le dijo a su suegro -que fue su protector- que era "la que amo más que a todas mis otras óperas", mostrando "el gran afecto que sentía por esta primera obra escrita con argumento de Shakespeare". En 1865, cuando ya formaba parte del repertorio de muchos teatros de Italia, le pidieron una versión para París que debía ser un ballet. Entonces Verdi, 18 años después del estreno, realizó algunos retoques "pero se empieza a animar y con los conocimientos que tiene de más, aquellos retoques se convierten en una nueva versión de la obra", indicó el director musical. Esa es la versión que se suele llevar a escena en la actualidad y que llegará el fin de semana al Gran Teatro.
Además, Ortega resaltó la dificultad que implica esta ópera, en la que "después de Macbeth y Lady Macbeth, el protagonista más importante es el coro". En este caso intervendrá el Coro Ziryab, del que destacó su "mérito" por enfrentarse a una obra de la complejidad de Macbeth.
También se refirió a la Orquesta de Córdoba, con la que lo une "una complicidad después de muchos años de trabajar juntos". El director musical alabó la "entrega" de la formación cordobesa, que quizás "no trasciende lo que debería trascender". "Es una orquesta muy entregada, con muchísimas ganas de hacer las cosas bien y que merece realmente más proyección de la que tiene", puntualizó Ortega, que pidió más colaboración "para poder preservar instituciones como la Orquesta de Córdoba".
Por su parte, el protagonista de la obra, Ángel Ódena, indicó que esta ópera "es un reto importante vocalmente" sobre todo porque "el barítono en Verdi siempre había sido muy importante, pero esta obra rompe la evolución que había tenido". Además requiere "bastante fortaleza física y vocal y un trabajo personal importante para meterse en la mente del personaje".
El responsable de escenografía, Jesús Ruiz, expuso que Macbeth es una ópera "muy morbosa de hacer desde el punto de vista escénico" y en este caso le ha impreso "un discurso que permite volver a los elementos puros del teatro".
Por su parte, el teniente de alcalde de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón, recordó que en la historia reciente del Gran Teatro nunca se ha puesto en escena esta ópera y anunció que mañana a las 19:00 habrá una mesa redonda en la Sala de Telares del Gran Teatro en la que se hablará sobre esta producción.
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