Glamurosa y ajustada gala de honor del flamenco
Crítica de Flamenco
1956-2016. 60 años del concurso nacional de arte flamenco de córdoba: gala premios de honorHHHHH
Cante: Arcángel. Toque: Dani de Morón. Baile: Escuela del Conservatorio de Danza Luis del Río. Coreografía: Inmaculada Aguilar. Toque: Manuel Silveria. Cante: Sara Dénez. Percusión: Miguel Santiago. Dirección: Juan Carlos Rubio. Presentador: Jesús Vigorra. Fecha: miércoles 16 de noviembre. Lugar: Gran Teatro. Lleno.
Significada gala deslizándose sobre alfombra roja para conmemorar el Concurso de Cante Jondo que hace 60 años agitó al flamenco de la época, promovido entonces por el poeta Ricardo Molina con el asesoramiento de Anselmo González Climent, estudioso argentino del flamenco. Logro a partir del cual se pusieron sólidos cimientos a este singular arte, tratándolo como algunos aficionados, seguidores intelectuales incluidos, entre ellos Falla y Lorca, 30 años antes soñaron, pero entonces no contó con la perseverante respuesta de quienes lo apadrinaban.
Desde entonces el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, trianualmente, viene dando cancha a cuantos artífices de todas las disciplinas de esta hermosa música quieran optar a un premio y conseguirlo para, luego tal vez, poder prodigarse por el orbe. Por ello, el currículo del singular evento ha tenido a gloria atender a figuras tan relevantes como las que fueron protagonistas de la gala del pasado miércoles en el Gran Teatro, y el prurito de haber entregado en su dilatado recorrido anhelados premios de relumbre como el Tomás el Nitri, Niña de los Peines, Cayetano Muriel, Pastora Imperio, Manolo de Huelva, Tomás Pavón, Silverio, Antonio Chacón, La Argentinita y Ramón Montoya, entre otros, que con el tiempo acariciaron y poseen quienes los ganaron.
De manera que anteanoche, día señalado para festejar el Flamenco Patrimonio de la Humanidad, quienes asistieron al hermoso coliseo disfrutaron por primera vez con la entrega de los inéditos, para la ocasión instituidos, Premios de Honor, a Blanca del Rey, Fosforito y Manolo Sanlúcar, que con emocionadas muestras de agradecimiento a Córdoba testimoniaron su orgullo. Como quienes actuaron, el primero Arcángel, cantaor largo y cada día más, dándoles el juego a los diferentes palos que acometió, en un repertorio que incluyó tonás, tientos y cantiñas: del Pinini, romeras, de Cádiz, del contrabandista y de Córdoba, consiguiendo registros que siempre sorprenden, caso de las tonás, con afinadas y gustosas modulaciones, originalidad, amplio y poderoso, respaldado por la singular y brillante sonanta de Dani de Morón, sabio en técnica y transmisión, con las que ambos colocaron el listón en todo lo alto.
La presencia de las alumnas de Inmaculada Aguilar -popular profesora del Conservatorio de Baile y Danza y sobre todo prestigiada figura y maestra del baile flamenco- aportó sus incipientes pero consistentes conocimientos, con la bella exposición de una coreografía pausada y de estética proyección, denotando que pronto podrán exhibir su sólida formación en aquellas oportunidades que les lleguen, para incorporarse por derecho a la importante nómina de figuras del baile flamenco, que lucirán con propiedad por cuantos escenarios sean invitadas. El público las disfrutó y aplaudió con satisfacción, como a quienes estuvieron escoltándolas atrás dando muestras de su talla, impresionando como siempre el toque del docto Silveria.
Una coqueta celebración escénica de Juan Carlos Rubio que dirigió el locutor Jesús Vigorra, introduciendo y manteniendo todo el desarrollo de la sesión, con cuidada estética y armoniosa declamación.
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