Gala afirma que no se siente un clásico en la presentación de 'Quintaesencia'

El escritor se define como "moribundo" porque "la vida es estar muriendo y nada más" y señala que España tiene "un gobierno de idiotas" · El libro reúne sus pensamientos sobre numerosos aspectos.

Antonio Gala, en la presentación en Madrid de 'Quintaesencia'.
Antonio Gala, en la presentación en Madrid de 'Quintaesencia'.
Agencias / Madrid

28 de noviembre 2012 - 05:00

Después de llevar un tiempo casi apartado del escaparate público y de superar con éxito un duro tratamiento, Antonio Gala reapareció ayer en Madrid para presentar su libro de aforismos Quintaesencia, y lo hizo derramando humor, sinceridad y sarcasmo. "Sigo moribundo, porque la vida es estar muriendo y nada más", afirmó un escritor que no se considera un clásico "porque para serlo hay que morirse varias veces".

Un Gala "moribundo" con muy buen aspecto: buen color, ataviado con su característico pañuelo al cuello, su bastón y cubierto con un poncho que le daba un aire a lo Chavela Vargas; en todo caso, y como siempre, con un aspecto refinado y singular. Y con voluntad crítica: "No hay que resignarse a tener un gobierno de idiotas", aseveró al ser preguntado por la situación actual.

A sus 76 años, Gala, con cuatro millones de ejemplares vendidos y más de 500 premios, sigue apareciendo en público porque piensa que "la soledad se lleva mejor en compañía", como reza uno de los muchos aforismos de su libro. Ayer hizo las delicias de la multitud de periodistas que asistieron en el Jardín Botánico de Madrid a la presentación del libro.

Gala habló de todo y de todos, repartió con sutileza y gracia a tirios y troyanos y, en realidad, de Quintaesencia, publicado por Planeta, dijo poco. El libro reúne los pensamientos sobre el amor, la naturaleza, la belleza, el sexo, España, Dios y otros temas del narrador, dramaturgo y poeta cordobés.

"Este libro no está mal. Supongo que habrá gente a la que le guste y otra a la que no. Con algunas de las citas ya no estoy de acuerdo; yo hubiera quitado alguna y hubiera hecho el libro más pequeño, para leerlo en el metro. Es un resumen de mi vida. Una referencia de mi obra de pensamiento, no de ficción", indicó.

Los aforismo de las casi 350 páginas de Quintaesencia han sido reunidos por Isabel Martínez Moreno, una experta en la obra de Gala, que dice que una frase de su juventud que hoy no volvería a repetir es "si Dios quiere", porque con este tema se ha llevado "una decepción muy grande".

Y por el contrario dejó muy claro que la frase o pensamiento que hoy sí diría sería "dejad que los niños se acerquen a mí". "Ahora solo tengo un perrillo, tengo mucho sitio en casa y siempre he echado de menos niños a mi alrededor. Siento no tenerlos. Amo a los niños", recalcó.

El autor de El manuscrito carmesí también realizó un repaso de su carrera y afirmó que se considera alguien que ha cumplido con lo que pensaba que tenía que cumplir y que defiende su compromiso y su papel social. Todo eso mezclando comentarios y jugando con su pérdida de memoria. "Estoy como un gazpacho", soltó, riendo.

"He cumplido -añadió el escritor-, he sido sincero y he dicho verdades antipáticas, incluso para mí; por eso, el empeño que tiene mi editora de que escriba una biografía me resulta doloroso, por tener que volver al pasado y hablar de nombres y denunciar a personajes". "Antes esas memorias se llamarían Autorretrato con paisaje al fondo y hoy, con este estado de humor que tengo, se llamarían No os levantéis, conozco la salida".

Y aunque confiesa que ahora se siente "menos ácido, más comprensivo", sí afirmó que el personaje del que hablaría ("porque le odio a muerte") es Arias Navarro, y a continuación hizo una parodia del que fuera presidente del Gobierno con Franco el día que anunció la muerte del dictador. "Cuando quiero reírme me pongo en la tele lo de: 'Españoles, Franco ha muerto", apuntó, imitando la voz del político.

El dramaturgo reiteró su agradecimiento a los lectores, a los que, dice, es fiel, y recordó su vocación social con la fundación cordobesa que lleva su nombre, para jóvenes creadores, una faceta que también suple, asegura, a los hijos que no ha tenido.

Gala, que sigue escribiendo en El Mundo su breve columna La Tronera, donde opina de todo y no se casa con nadie, reiteró que, aunque no es de ningún partido político y solo votó el día del referéndum sobre la Constitución en 1978, tiene ideales. "Y voté la Constitución -precisó- porque me dijo Pilar Miró que tenía que ir; por cierto, una Constitución que se ha reformado muy poquito y tenía que ser reformada bien, como en el asunto de la Ley Sálica" (que establece la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona).

Gala cerró su intervención diciendo que de libertad va "muy bien" y que la gente puede utilizarla en este momento como quiera, aunque hay que saber usarla. "No se puede decir que tenemos un Gobierno de gilipollas, pero sí puede pensarse", concluyó.

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