La Fundación Aga Khan apoya a Córdoba 2016 y colaborará con Medina Azahara

El premio Aga Khan de arquitectura conseguido por el museo de Medina Azahara abre un horizonte de colaboración entre la fundación que preside el emir de Qatar y Córdoba. Una jornada de estudio celebrada ayer en este equipamiento selló la adhesión de la institución a la candidatura de Córdoba a la Capitalidad Cultural de Europa y un acuerdo para el establecimiento de programas de cooperación que beneficiarán la proyección internacional de Medina Azahara.

Más allá del apoyo a Córdoba 2016 (de gran relevancia, según el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, por el importante papel que esta fundación desempeña en el mundo árabe y porque subraya la apuesta del proyecto por el diálogo entre culturas y el relanzamiento de las relaciones entre Europa y los países islámicos), el director general de Aga Khan Trust for Cultura, Luis Monreal, señaló que "la mejor forma de respaldar" a la ciudad es crear mecanismos de colaboración "que vayan más allá de un evento puntual". Monreal puso como ejemplo la posibilidad de establecer un canal de comunicación e intercambio "a largo plazo" entre Medina Azahara y un museo sobre cultura islámica que su institución está construyendo actualmente en Canadá, y que de hecho exhibirá piezas procedentes de la antigua ciudad palatina. Se trata, en suma, de reforzar la proyección internacional del conjunto arqueológico y enriquecer su oferta con contenidos procedentes de otros museos y centros culturales.

La jornada celebrada ayer, concebida como foro de estudio sobre el museo de Medina Azahara, el premio Aga Khan y la relación entre patrimonio, arquitectura y paisaje, contó con la participación, de, entre otros expertos, los autores del proyecto arquitectónico de la infraestructura galardonada, Enrique Sobejano y Fuensanta Nieto; el director de la Fundación Mies van der Rohe, Lluís Hortet; la directora ejecutiva del premio Pritzker de arquitectura, Martha Thorne; el director del conjunto arqueológico, Antonio Vallejo, y los arquitectos y especialistas Luis Fernández Galiano, Eduard Bru, Ángela García de Paredes, Ignacio García Pedrosa, Víctor Pérez Escolano y Luis Moreno Mansilla.

Un siglo después del inicio de un proyecto de recuperación "complejo" en el que han participado varias generaciones de arqueólogos y expertos, Medina Azahara está mostrando, según Vallejo, "capacidad de adaptación a la sociedad en la que se inserta". Una prueba de ello es el equipamiento inaugurado por la reina Sofía en octubre de 2009, que "proyecta hacia el futuro" los "valores" del conjunto arqueológico y desarrolla una novedosa pauta de "relación con el yacimiento", al tiempo que colabora "en el avance científico en el conocimiento de Al-Ándalus".

En contraste con "el modelo de museo espectáculo", el edificio de Nieto y Sobejano se proyecta como un "museo silencioso" que, subraya Vallejo, "no busca protagonismo ni competir con la ciudad" y en el que los espacios expositivos y los vinculados a la restauración y conservación conviven con "armonía".

Y, sobre todo, el museo "ha permitido incorporar a Medina Azahara un público nuevo atraído por la cultura islámica" y para el que anteriormente la ciudad palatina "pasaba desapercibida". Un público "más heterogéneo e internacional que busca una experiencia de calidad".

Plata considera que en un momento histórico en el que el futuro se percibe como "multiétnico, multicultural y globalizado", la proyección de Medina Azahara permite tomar conciencia de que los andaluces son "el resultado de un largo proceso de mestizaje" y del valor de "la diversidad cultural". "El patrimonio ayuda a la comprensión mutua y al trabajo por la paz entre los pueblos", señaló el consejero, que destacó la "profunda huella histórica y patrimonial" que dejó la presencia islámica en la península (cuando se cumplen justamente 1.300 años del desembarco de Tariq). Finalmente, los recursos patrimoniales constituyen "una fuente de riqueza, bienestar y empleo" en cuyo aprovechamiento vale la pena insistir.