Falcones afirma que no pretende pisar el terreno de los historiadores
El autor de 'La mano de Fátima' cree que el interés del público por la novela histórica se debe a un cansancio por el bombardeo informativo que impone la actualidad
Ildefonso Falcones se ha convertido en uno de los grandes referentes en España de la novela histórica, un género literario que plantea diversos conflictos a la mayoría de los autores que lo afrontan pero que al catalán no le provoca muchos problemas. "No pretendo ser historiador. Simplemente me ciño a la época o los sucesos que quiero contar y a partir de ahí invento una trama que cuadre con ellos", señaló ayer en Córdoba.
Falcones, acompañado por su esposa y sus hijos, ha regresado esta semana a la ciudad en la que se desarrolla su segunda novela, La mano de Fátima, para firmar ejemplares a los lectores y atender a los medios de comunicación, en el marco de una gira que le llevará por numerosas ciudades a lo largo del mes de julio. "Los hechos históricos son algo que está definido. Los hechos son concretos e inmutables. Yo no me planteo pisar el terreno de los historiadores; simplemente elijo una época y a partir de ahí invento una historia", indicó el barcelonés.
La mano de Fátima salió a la venta con una tirada de 500.000 ejemplares y en su primer día vendió 50.000. "Y eso en competencia con Stieg Larsson", bromea Falcones, que ha vendido cuatro millones de ejemplares de La catedral del mar.
En la presentación de La mano de Fátima en Córdoba, a comienzos de junio, el novelista reconoció que su intención era escribir una historia más actual, pero sus editores le exigieron una novela histórica. Aun así, Falcones no cree que el éxito literario implique muchas servidumbres: "En el proceso de escritura de la obra tuve total libertad. Y una vez publicada, el interés del escritor y el de los editores es común. Y se desarrolla un trabajo en común". El éxito tampoco ha cambiado su percepción del mundo literario: "Quizá lo más llamativo es la vorágine que se ha formado con la publicación del libro, con presentaciones, firmas, entrevistas..., pero al fin y al cabo esto es algo que dura un par de meses. Luego volveré a mi rutina y a mi despacho".
¿A qué se debe el boom de la novela histórica de los últimos años? "Quizá a que estamos sujetos a un excesivo bombardeo de noticias de actualidad -reflexiona-. La realidad marca nuestras vidas y supera cualquier posibilidad de ficción. El cine también plantea tramas muy actuales. Seguramente hay mucha gente que ve en la novela histórica un escape a todo esto".
Un morisco que lucha por su libertad y la de su pueblo en la Córdoba del siglo XVI protagoniza La mano de Fátima, publicada por la editorial Grijalbo. Una historia que atesora un potencial (amor, aventuras, tragedia...) que quizá algún día la impulse hacia las pantallas de cine: "Podría ser. La historia y la época son interesantes. Hubo algunos acercamientos para hacer una película sobre La catedral del mar pero hasta ahora no han fructificado". De momento, como se esperaba, la novela está arrasando en las librerías.
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