Euroconspiración con pretensiones

Thriller, España/Alemania/Austria, 2009, 100 min. Dirección: David Carreras. Guión: W. Kirchner y D. Carreras. Intérpretes: Tobias Moretti, Maximilian Schell, Eduard Fernández, Marta Etura. Alkázar.

No es habitual que el cine español se asome a la Europa del Telón de Acero. Menos aún que lo haga desde unos presupuestos estéticos que denotan una cierta voluntad de escritura e identidad visual. Flores negras, el segundo largometraje de David Carreras (Hipnos), aúna ambas vertientes en un thriller de apariencia sofisticada y enrevesada trama en dos tiempos (1989-2008) ambientado en los rincones más fríos y asépticos de Viena, Moscú, Berlín o Barcelona.

Por su superficie se pasean, cruzan y persiguen viejos miembros de la KGB, espías, asesinos a sueldo y agentes secretos reconvertidos en políticos de la Eurocámara o, en su defecto, en anónimos civiles de vida respetable.

Partiendo de una novela de Daniel Vázquez Sallés, Flores negras busca un mercado internacional con una trama internacional y una puesta en escena deudora de ciertos tics de modernidad a mitad de camino entre las decoloraciones y el toque cool de Steven Soderbergh y la estética publicitaria de alto diseño. Su desigual reparto también contribuye a esta estrategia comercial de prestigio: el veterano Maximilian Schell, la exuberante italiana Maria Grazia Cucinotta, el alemán Tobias Moretti y los españoles Eduard Fernández, Héctor Colomé y Marta Etura imprimen a la cinta un carácter transfronterizo finalmente aplanado por un doblaje estándar.

Lastrada por sus elevadas pretensiones estilísticas, Flores negras patina además cuando la palabra explica más de la cuenta (¡en ocasiones son las noticias de la tele las que nos dan claves de la trama!) o cuando, bajo su hilo argumental y sus marcas de género, emergen reflexiones de (corto) alcance sobre las transformaciones geopolíticas en las últimas dos décadas. A saber, de cómo la caída del Muro ha dado paso a nuevas formas, más aseadas en apariencia, de corrupción y poder en manos de los mismos personajes.