Estirpe apela a la imaginación y el esfuerzo para crecer en la música

Imaginación, esfuerzo y fe en el trabajo propio componen la receta que le ha permitido a Estirpe desarrollar una trayectoria en la música que dura ya 17 años. Así lo afirmaron ayer dos de sus componentes, Javier Estévez y Manuel Mart, en la presentación del concierto que la banda ofrecerá el próximo sábado en el Gran Teatro (20:30, con las entradas entre 6 y 15 euros), que será grabado y editado en CD y DVD con el título El tiempo, un placer para detener. Será un recorrido antológico por más de tres lustros de canciones, en compañía del teclista Daniel Puig (exmiembro del grupo), el violinista Luis Rubén Gallardo y otros músicos invitados.

"Hemos sido muy cabezones y hemos creído mucho en lo que hacíamos", apuntó Mart, que considera que la clave para prosperar en la música es "insistir". En este sentido, completó Estévez, los títulos de algunos de sus discos son muy significativos: Inventarse el mundo, Buenos días, voluntad... Y es que la vida de un grupo de estas características impone una sucesión de "barreras" que deben ser derribadas, de "muros" que hay que demoler.

Estirpe asumió el desafío y la cita del sábado supone una culminación y, quizá, el inicio de un nuevo tramo en su trayectoria. El CD+DVD que saldrá del Gran Teatro estará a la venta probablemente antes del verano y la banda proyecta un disco con temas nuevos para unos meses después. En marzo acudirá al festival Vive Latino de México, un país en el que realizó una extensa gira a finales del pasado año.

Es la segunda vez que Estirpe actúa en el Gran Teatro. La banda quería que este espectáculo tuviera como sede la ciudad en la que nació y desde la que se ha proyectado al panorama musical nacional y al internacional. El concierto, de carácter retrospectivo, será en cierta medida un instrumento para "congelar el tiempo", indicó Mart, que se recuerda con tres años sentado en las piernas de su padre y descubriendo el placer de golpear una batería.

Estarán las canciones más conocidas del grupo, repartidas por discos como Ídolos de papel o Víctimas del mismo sol, además de los ya citados, y también algunas rarezas. La selección de los temas, declaró Estévez, no ha sido fácil. Estirpe, grupo que al principio fue "difícil de clasificar porque las letras no eran muy explícitas", ha trabajado con discográficas como Avispa, La Incubadora y Lengua Armada. Actualmente padece las confusiones de una industria que, en palabras de Mart, "está un poco a la deriva", pero cree que no tendrá dificultades a la hora de encontrar sellos interesados en sus nuevas propuestas. En cualquier caso, considera la posibilidad de la autoproducción.