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Arte

Las 'Escenografías' de Tete Álvarez y el arte feminista de Guerrilla Girls llegan al C3A de Córdoba

  • Las mujeres que integran el colectivo norteamericano son conocidas por utilizar máscaras de gorilas para ocultar su rostro y se identifican con el nombre de artistas fallecidas

Inauguración de la exposición de Tete Álvarez y de Guerrilla Girls en el C3A.

Inauguración de la exposición de Tete Álvarez y de Guerrilla Girls en el C3A.

El Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), con sede en Córdoba, presenta las exposiciones Escenografías, del artista Tete Álvarez (Cádiz, 1964), y una selección de obras del colectivo norteamericano Guerrilla Girls.

Escenografías de Tete Álvarez, artista gaditano residente en Córdoba desde hace años, presenta un conjunto de obras realizadas entre 2019 y 2021. Tete Álvarez pertenece a una generación de creadores andaluces situada a medio camino entre la de los 80 y 90 que se aglutinaron en torno a la desaparecida galería sevillana Cavecanem.

La obra de Teté Álvarez está enmarcada en el ámbito post-conceptual, habiendo centrado su investigación en el poder de comunicación y semántico de la imagen. Tete Álvarez trabaja desde el inicio de los años 90 con disciplinas como la fotografía, instalación, vídeo y net art.

Su trabajo emerge en un momento de transición entre el ocaso de los medios analógicos y la consolidación de los digitales, transcurriendo desde las películas Super 8 realizadas a finales de los 80 bajo el colectivo Arte-Acción, a los vídeos, fotografías e instalaciones de los 90 y las obras de net art realizadas a partir del 2000.

Escenografías es la exposición que presenta en el C3A, cuyas obras han sido concebidas y realizadas específicamente para esta muestra. Su título remite al texto de Georges Balandier El poder en escenas. De la representación del poder al poder de la representación.

La muestra está comisariada por Álvaro Rodríguez Fominaya, para quien "la obra de Tete Álvarez recorre escenarios de la política y del poder, fragmentados, descontextualizados y transformados para generar nuevos significados. Son escenografías que sirven de telón de fondo de las reuniones internacionales y que seconvierten con su carga simbólica en iconografías dentro de este proyecto".

La obra de Tete Álvarez, según el comisario, "se refiere a uno de los géneros clásicos de la pintura como es la pintura de historia. Desde este punto de partida, los rituales de la política se convierten en objeto de un análisis formal y riguroso, partiendo de imágenes recicladas de la red".

Bajo la bandera (2020) consiste en una serie de banderas colgando de la pared con impresiones en alta resolución de fragmentos de banderas sacadas de recepciones políticas y diplomáticas. Son escenografías, decorados, puestas en escena con una mera función simbólica.

En Gatos del mundo (2021), plantea una cuestión esencial al embarcarse en la existencialista interrogación: ¿Quiénes somos?, a partir de miles de imágenes de gatitos y modificándolas en el panorama de una multitud en el graderío de un estadio o un anfiteatro. Se complementa con el ámbito de gestos, paisajes y bodegones de las demás obras de arte de la exposición.

En Angie (2019), hace colisionar dos universos: el de internet obsesionado con los másmínimos detalles de estas personalidades, y el obsesivo y dedicado esfuerzo a la representación de la vestimenta y los textiles vinculados al poder a lo largo de la historia del arte.

Lucernario (2021) señala otro estereotipo visual: las fotografías de grupo de los primeros ministros en cualquier convención del G8, posando sonrientes antes o después del encuentro en la cumbre. A diferencia del habitual posado frontal, en esta imagen los mandatarios se sitúan de espaldas a la cámara mientras disfrutan de un hermoso paisaje. La imagen plantea la duda sobre su veracidad y de la relación de los representados con la ciudadanía.

Atrezo (2019-2020) consiste en una instalación audiovisual a partir de los centros de mesa o bouquets de flores sacados de los encuentros entre los primeros ministros y las altas esferas de la política internacional. Se suele decir que lo más importante de las imágenes es lo que estas esconden, lo que queda fuera del marco. En este caso la atención se concentra en lo que está dentro; en aquellos detalles organizados protocolariamente que envisten de oficialidad y representatividad estos actos diplomáticos.

El momento actual se ha infiltrado en una instalación que puede verse en la Sala de Vídeo: Cuatro horas de abril (2020), un vídeo monocanal de cuatro horas de duración que incluye 240 imágenes capturadas en abril de 2020 de emisiones de las webcam en plazas y espacios públicos de diferentes ciudades del mundo. Esta obra, según Tete Álvarez, "apela a un tiempo detenido que convierte las plazas en un escenario de atrezo desactivado por la ausencia de sus actores protagonistas: una ciudadanía vigilante y vigilada que ha visto restringidas sus libertades civiles e incrementados notablemente los dispositivos de control social".

Guerrilla Girls

Al mismo tiempo, el C3A presenta la exposición del colectivo feminista norteamericano, Guerrilla Girls, muestra que está comisariada por Yolanda Torrubia y que presenta por primera vez el último material producido por este colectivo y que forma parte de la colección del CAAC.

El colectivo se formó en 1985 en Nueva York como un grupo anónimo de artistas de acción feminista. Su primera acción fue la manifestación que tuvo lugar delante del MoMA de Nueva York, en el que se mostraba la gran exposición An International Survey of Recent Painting and Sculpture (Un estudio internacional de pintura y escultura recientes), en la cual participaban 13 mujeres de un total de 169 artistas y prácticamente ninguno de color.

Lo más molesto, dicen, fue que además el comisario de la exposición en declaraciones a la prensa afirmaba que "los artistas que no estuvieran en esa exposición deberían replantearse su carrera". Este fue el detonante que las llevó a la acción, aunque ya llevaban tiempo observando que había mucho que cambiar en el mundo del arte.

Las mujeres que integran este colectivo anónimo son conocidas por utilizar máscaras de gorilas para ocultar su rostro y se identifican con el nombre de mujeres artistas fallecidas como Frida Kahlo, Eva Hesse, Paula Modersohn-Becker, Käthe Kollwitz, Gertrude Stein o Georgia O’Keeffe, entre otras, omitiendo así su identidad real al mundo y reivindicando los logros de aquellas mujeres.

"¿Tienen que estar desnudas las mujeres para conseguir entrar en el Museo Metropolitano de Arte?" Esta fue una de las primeras preguntas que se hizo el colectivo ante la realidad de que en este museo en 1989 "menos del 5% de los artistas de las secciones dedicadas al arte moderno son mujeres, pero el 85% de los desnudos son femeninos".

Esta reivindicación hecha póster manipulando uno de los desnudos más conocidos de la historia del arte, La gran odalisca de Ingres, se convirtió en uno de los iconos del colectivo y preside la sala de esta exposición.

Las acciones y obras de Guerrilla Girls intentan contrarrestar las tradiciones patriarcales y sus comportamientos en el ámbito cultural. Su discurso, analítico y crítico, es reforzado mediante el uso de la ironía y el sentido del humor, como se observa en sus acciones, informaciones, discusiones, debates o exposiciones.

Con más de 35 años de existencia, este colectivo ha producido multitud de pósteres, libros, pegatinas, proyectos de dibujo, ediciones gráficas y revistas sobre el sexismo y la discriminación de las mujeres en el mundo de las artes visuales, del cine y de la cultura en general.

Portfolio Compleat (Porfolio completo), definido por el propio colectivo como una muestra de la "conciencia del mundo del arte", recoge todo este repertorio que se apropia del lenguaje visual del marketing publicitario y de datos objetivos sacados de estadísticas para transmitir sus mensajes de una forma directa.

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