Enrique, el otro Romero de Torres

El historiador José María Palencia, conservador del Museo de Bellas Artes de Córdoba, analizó ayer en una conferencia organizada por la Fundación Bodegas Campos en la Ermita de la Candelaria la figura de Enrique Romero de Torres (1872-1956), el hermano mediano de esta familia de pintores cordobeses. Enrique se dedicó también a la pintura, aunque su obra es más desconocida y menos numerosa que la de Julio. "Cuando vio que su hermano Julio estaba despuntando se retiró de la pintura y se dedicó a escribir de arte", aclaró Palencia. Además, empezaron a llegarle encargos, como la realización del Catálogo Histórico Artístico de Cádiz.

El historiador describe a Enrique Romero de Torres como un pintor de segunda clase "por no haber podido llegar hasta el final", ya que su carrera artística duró unos 17 años (entre 1890 y 1907 aproximadamente). Aunque "no se puede olvidar que en 1902 y 1904 obtuvo premio de tercera medalla en las exposiciones nacionales de Madrid, que era lo que medía el barómetro de los artistas", añadió el experto.

En la capital Enrique tuvo una etapa como ilustrador de revistas, fundamentalmente en La Gran Vía, que fundó el poeta pontanés Salvador Rueda. Por otra parte, en Córdoba pintó algunos cuadros y carteles (según Palencia hay catalogadas unas 30 pinturas y entre 20 y 25 dibujos). En sus obras, Enrique plasmó escenas costumbristas con campesinos en los alrededores de Córdoba, "que son con las que triunfó", y también realizó retratos de personajes célebres cordobeses, algunos de los cuales se encuentran en el Ayuntamiento.

Además, Palencia destacó que la trayectoria de Enrique y Julio es la misma hasta que el primero deja de pintar. "Se puede decir que pintan los dos juntos, de hecho repiten los temas, por ejemplo el de la mujer sentada en una butaca con un fondo de paisaje", indicó.

Por otra parte, Palencia destacó también la labor de Enrique Romero de Torres al frente del Museo de Bellas Artes. Durante su casi medio siglo de dirección se llevaron a cabo varias intervenciones arquitectónicas como la restauración de la fachada del Hospital de la Caridad, la ampliación del museo con nuevas estancias, como la sala Mateo Inurria en el año 1952, y la introducción de nuevas colecciones. En su labor como historiador del arte también destaca su investigación en los archivos de las iglesias cordobesas y la realización de los catálogos histórico-artísticos de Jaén y Cádiz.

En el acto celebrado ayer, Palencia también presentó un cartel de la Feria de Córdoba de 1908 adquirido por la Fundación Bodegas Campos, lo que supone "una recuperación del patrimonio cordobés". La pieza anuncia los actos que se desarrollaron en la Feria de la Salud ese año (espectáculos y corridas de toros) y en él aparecen dos mujeres en una balconada con la feria de fondo. Se trata del segundo cartel que se conoce realizado por Enrique. El otro, fechado en 1907, está expuesto en el Museo Taurino.