Ellroy retrata el racismo de EEUU en 'Sangre vagabunda'
El autor vive ignorando el mundo exterior, del que dejó de preocuparse "hace 20 años"
El maestro de la novela negra James Ellroy asegura que vive y escribe ignorando totalmente el presente y el mundo exterior, del que dejó de preocuparse "hace 20 años", porque prefiere volcarse en los años 50 y 60, décadas que le obsesionan y que recrea en su imaginación de día y de noche.
El escritor natural de Los Ángeles (EEUU), que se encuentra en Barcelona para promocionar su última novela, Sangre vagabunda (Ediciones B), una obra que retrata una Norteamérica racista y conservadora en la que la corrupción está extendida a todos los niveles, se muestra casi desafiante a la hora de defender al personaje público que se ha creado: el de un artista con una tormentosa vida y aislado totalmente del presente.
Ellroy insiste en que sí, es verdad, no tiene móvil, ni se conecta a internet, y ni siquiera ve la televisión ni lee periódicos ni libros. Sólo sus propias obras escritas tienen cabida en su casa. "Ignoro totalmente el presente porque quiero ser lo más eficaz posible en mi trabajo", afirma.
Esta obra Sangre Vagabunda cierra su Trilogía Americana, integrada por América y Seis de los grandes. "El poder corrompe a algunas personas, pero no a todas. Yo intento no hacer generalizaciones. Los actos de los protagonistas hablan por ellos. Es el lector el que debe llegar a sus propias conclusiones".
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