Su primera Navidad | Crítica de flamenco

Ecléctica Nochebuena flamenca

Argentina, en su concierto del pasado jueves en el Gran Teatro.

Argentina, en su concierto del pasado jueves en el Gran Teatro. / Juan Ayala

Tras una tournée por diferentes foros andaluces presentando los temas de su último trabajo discográfico, Su primera Navidad, Argentina María López, conocida artísticamente como Argentina, llegó el pasado jueves al Gran Teatro de Córdoba precedida del reconocimiento que en esta ciudad goza, como en el resto de lugares en los que viene siendo demandada, disfrutando de una acogida muy favorable en los respectivos auditorios donde ha impartido sus recitales.

Un disco ahora en consonancia con las celebradas fechas populares religiosas, producido al amparo de la Fundación Cajasol, que le ha permitido incorporarse a la veterana colección Así canta nuestra tierra en Navidad.

De modo que la cantaora onubense no solo hace pública una novedad en su repertorio incluyendo villancicos, sino también cómo ella los entiende a la luz del cante tradicional y la Navidad. Y desde luego, incorporando novedosas composiciones adaptadas a las rítmicas flamencas acordes con su idiosincracia personal, como la bulería Es la Navidad, tema que abre el disco reflejando sentimientos a través del primer llanto de su hijo Miguel, que nació el pasado septiembre, dándole “un empuje y un amor increíble”, según ella.

Es lo que Argentina hizo el jueves, así como revisar la tradición, sumando cantes por tangos, nanas, tanguillos y cantiñas gaditanas, bulerías de distinto cuño, los fandangos de Huelva así como los abandolaos malagueños.

Es decir, palos clásicos y los villancicos Ábreme la puerta, Rosas y claveles, Si la encuentras lavando, Iban caminando, Que cante el mundo, la Blanca Navidad del autor americano y más tangos, como los villancicos de los Campanilleros y otros jerezanos.

Todos los colores de la Navidad hasta el fin de fiesta por bulerías, cantando y bailando con Toñi Nogareda, entendiendo el respiro que permitió a Bolita con su sonanta en mitad del espectáculo, él solo con un fantástico toque de concierto.

La actualidad, a la que obliga el calendario, que no pierde ocasión, y el flamenco que circula por las venas de la cantaora choquera, con la aportación de los arreglos que bordaron con su rúbrica los enormes genios que colaboran con ella. Y la audiencia cordobesa al hilo, encantada de atender la invitación de la artista coreando con ella, la premió un buen rato con aplausos y de pie, sin querer marcharse.

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