Denzel Washington lava los trapos sucios de la CIA en el filme 'El invitado'

La próxima semana llega a España la nueva película del actor, que afirma que no piensa en interpretar a Obama

Denzel Washington lava los trapos sucios de la CIA en el filme 'El invitado'
Denzel Washington lava los trapos sucios de la CIA en el filme 'El invitado'
Efe / Madrid

01 de febrero 2012 - 05:00

Después de haber interpretado a Malcolm X, a Huracán Carter o a Steve Biko, parecía lógico que Denzel Washington interpretara a Barak Obama en el cine, pero el actor lo desmiente: "Son sólo rumores. No voy a interpretar a Obama. Todavía tiene que vivir, la película no está terminada". Washington presentó ayer en Madrid El invitado, una película de acción dirigida por el sueco de origen chileno Daniel Espinosa, sostenida en dos personajes -el suyo y el de Ryan Reynolds- y que hace la colada con los trapos sucios de la CIA.

Mientras con la crisis de 1929 cineastas como Frank Capra insistían en que había que confiar en el sistema para salvarlo, en pleno siglo XXI el público parece más interesado en buscarle las fallas al modelo actual.

"Creo que todavía tenemos que confiar en el sistema como decía Capra, pero vivimos en una sociedad en la que todo se examina, por eso queremos examinar el sistema. Lo engañoso de organizaciones como la CIA es que tienen que trabajar con secretos, y vivimos en la era de la información, en la que queremos saber todo, y eso es imposible", asegura el actor.

Después de especializarse en personajes de moral impecable en la década de los 90, con cintas como Philadelphia, El informe pelícano o Grita libertad, Washington comenzó a saborear las mieles de la villanía en Training day: Día de entrenamiento (2001).

Por este filme se convirtió en el primer actor negro en conseguir el Oscar al mejor actor principal desde Sidney Poitier -el de secundario lo ganó por Tiempos de gloria- y ahora, en plena forma física a sus 57 años, retoma el pulso de la maldad en El invitado, cinta que además produce.

Tobin Frost es el nombre de su nueva creación, un traidor a la CIA que "no es ni siquiera un cínico. Se ha rendido y todo le da igual. Es egoísta, hace lo que sea por dinero, mata o miente a quien haga falta". "No decimos que la CIA hace todo mal y él quiera vengarse, sino que está enfadado con la sociedad y el poder en general", explica.

Pero tras su perfidia se sigue escondiendo el mensaje ejemplarizante. "En Training day mi personaje vivía de la manera posible, trata a la gente de la peor manera posible y tenía que morir de la peor manera posible. Quería enviar ese mensaje", asegura.

El invitado -cuyo título original es Safe House, que significa piso franco- transcurre en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, y con un reparto de secundarios con nombres de altura como Sam Shepard, Brendan Gleeson, Vera Farmiga o el músico latino Rubén Blades, se centra en las relaciones de dominación entre los dos protagonistas: él y su perseguidor.

"No creo que sea una película de acción. Es una cinta conducida por los personajes, ¡pero conducen muy rápido!", explica, en relación a la importancia que tienen las escenas automovilísticas en ese juego de dominación entre el inexperto e incorrupto Reynolds y el amoral pero sabio Washington.

Y, de hecho, se preparó durante seis meses este papel estudiando concienzudamente la documentación y basándose sobre todo en el libro The Socipath Next Door, de Martha Stout, pues el actor considera a su personaje, por encima de todo, un sociópata.

A la espera de la acogida que tenga El invitado -que se estrena este fin de semana en Estados Unidos y el próximo en España-, Washington, que desde American Gangster, de Ridley Scott, no ha combinado taquilla con prestigio, tiene ahora su gran baza en Flight, la película que acaba de rodar con Robert Zemeckis.

"Es su primera película de acción real desde Náufrago y es una historia muy oscura, sobre un alcohólico que trabaja como piloto para una importante compañía aérea. Es un filme muy fuerte que saldrá, espero, a finales de año", adelanta.

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