Cristina López ofrece una novela de realismo mágico castellano

La escritora presenta 'La casa de los amores imposibles', bien acogida en Fráncfort en 2009

Ana Mendoza (Efe)

13 de junio 2010 - 05:00

Las Ferias del Libro sirven a veces para descubrir nuevos talentos, y ése podría ser el caso de la escritora Cristina López Barrio, quien ayer presentó su novela La casa de los amores imposibles, una historia de "realismo mágico castellano" en la que no faltan la pasión, el odio, la venganza y la tragedia. La novela parecía estar predestinada al éxito incluso antes de publicarse, ya que, como señaló el editor Alberto Marcos, el original tuvo "una excelente acogida" en la Feria del Libro de Fráncfort de 2009 y "se vendieron los derechos a varios países".

López Barrio (Madrid, 1970) es alumna del taller literario de Clara Obligado, y ayer se vio arropada durante la presentación de su novela por otros "amantes de la literatura" y por numerosos amigos y familiares que abarrotaban el Pabellón del Círculo de Lectores. Obligado y Carmen Posadas se encargaron de la presentación de esta novela que acaba de publicar Plaza y Janés y que pertenece a "la mejor tradición de la novela popular, en la línea de Dickens, Agatha Christie o Alejandro Dumas", según la escritora argentina, que dirige el taller desde hace treinta años.

Perteneciente a las grandes sagas familiares de la literatura, La casa de los amores imposibles tiene influencias de varios escritores latinoamericanos, pero quizá "la más notable" sea la de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, en opinión de Obligado. "Como sucede en el realismo mágico, la prosa de Cristina López no es ajena a las maravillas. Su literatura es realismo mágico castellano", aseguró la autora de La hija de Marx, residente en Madrid desde 1976.

López Barrio, "verdadera contadora de historias y escritora torrencial, inspirada y voraz", como la definió Obligado, reconoció que no puede negar la influencia de la literatura americana desde que leyó a García Márquez y a Juan Rulfo, pero también la "marcaron" escritores españoles como Camilo José Cela, Pío Baroja y Miguel Delibes, entre algunos otros.

Pero antes que los latinoamericanos, a López Barrio le influyó en su infancia "un librito que andaba rondando" por su casa. Se refirió así al título Campos de Castilla, de Antonio Machado. Fue su primer contacto con las tierras castellanas y a partir de aquellos versos decidió conocerlas a fondo.

La poesía le produjo "adicción a la literatura y a la escritura". Fue "la puerta secreta" que le permitió adentrarse en los misterios de la creación. "Y una vez que se traspasa esa puerta ya no hay vuelta atrás", aseguró López Barrio, autora también de la obra juvenil El hombre que se mareaba con la rotación de la tierra.

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