Sidecars | Crítica de música

Sidecars y Córdoba, un amor correspondido

Sidecars en concierto en el Teatro de la Axerquía de Córdoba.

Sidecars en concierto en el Teatro de la Axerquía de Córdoba. / Juan Ayala

Suena Tom Petty en el Teatro de la Axerquía. Su maravillosa canción Walls pone banda sonora a los créditos del concierto que ha ofrecido Sidecars. Esos créditos los dibujan Juancho, Gerbass, Ruly y sus músicos despidiéndose de un público fiel y entregado como solo se entrega un enamorado o una enamorada. El recital ha demostrado que lo de Sidecars y Córdoba es un amor correspondido. Córdoba cantando las canciones a la par que la banda y Sidecars, por boca de Juancho, recordando con nostalgia todos sus conciertos en la ciudad, los de un grupo hecho a sí mismo que empezó tocando "para cuatro gatos en garitos" a hacerlo en escenarios "mágicos" repletos de público como el de la Axerquía.

Pero rebobinemos unas dos horas antes. "Es un honor y algo increible pisar este escenario que ha pisado antes gente como B. B. King o Paco de Lucía", comentaba Juancho a su público nada más empezar el concierto. Un concierto en el que demostró lo gran guitarrista que es hasta el punto de parecer estar poseído en más de una ocasión por el espíritu de Jimi Hendrix con puntéos infinitos. Es tan buen guitarrista que su hermano Leiva lo lleva como parte de su banda en sus giras. Para qué contratar a otro si lo que tengo en casa es caviar puro, puede defender orgulloso ese músico de Alameda de Osuna al que le pusieron el apodo por aquel futbolista brasileño que jugó en los 70 en su Altético de Madrid, de nombre Leivinha.

Pero dejemos a Leiva y hablemos de Sidecars, grupo en el que Juancho demuestra cada recital, como volvió a hacer en Córdoba, que es mucho más que el hermano de su hermano. Sus canciones son pura melodía, parece que la cosa le viene de familia. Sidecars empezó el recital con Golpe de suerte iniciando la parte más medioacústica del mismo, una parte en la que no faltaron La Tormenta, Galaxia, Looping star, Todos mis males, Fuego cruzado, Chavales de instituto y De película.

Para luego acometer una segunda parte totalmente eléctrica con un repertorio por el que desfilaron Garabatos, Locos de atar, Dinamita, Noches de guardia, Los amantes, Tu mejor pesadilla Fan de ti y Contra las cuerdas. Los aclamados bises incluyeron Mundo Imperfecto y Amasijo de Huesos, ese tema que Juancho compuso dedicado a su hermano Leiva. En definitiva, un repertorio, el del grupo madrileño, repleto ya de exquisitos clásicos del pop-rock en castellano, clásicos tarareados hasta la saciedad en una noche en la que el guitarrista hizo un viaje al pasado para recordar el paso de la banda en Córdoba por un Café de la Luna "casi vacío", por la M-100, el Teatro Góngora y "ese Gran Teatro". "Seguro que algunos habéis estado en alguno de esos conciertos, pero quien no se ha perdido ninguno ha sido nuestro amigo [el cordobés] Cisco García", a quien le dedicaron "la canción que más le gusta", como destacó Juancho. Esa canción era Dinamita. Juancho insistía en que siempre fue emocionante tocar en Córdoba, mientras el público se lo agradecía enardecido.

Hace poco, en una entrevista, el guitarrista y vocalista del grupo defendió que "ni antes éramos una mierda, ni ahora somos semidioses. Somos los mismos. La gente se merece ver el mejor concierto posible, da igual que sean 40 o 1.000 personas". En Córdoba, Sidecars ha vivido esa experiencia las veces que ha actuado, y lo ha hecho ante un público siempre agradecido; y es que es muy fácil ser agradecido a quien se ha ganado ese respeto sobre el escenario. En su último recital, con una puesta en escena fantástica, Sidecars demostró que es fan de Córdoba y Córdoba es fan de Sidecars, que lo de Sidecars con Córdoba es un amor correspondido.

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