Pietrasanta vive para el arte. Allí residió Miguel Ángel y allí viajan cientos de artistas cada año en busca de influencias, formación y contacto con los grandes creadores asiduos a esta ciudad del norte de Italia, como Fernando Botero o Vangi. Es uno de los focos culturales más relevantes de Europa y el lugar del que regresó hace varios meses, después de ocho años, el escultor cordobés Marco Augusto Dueñas, que ha desarrollado durante este tiempo un proyecto de largo aliento con el que quiere contribuir decididamente a la Capitalidad Cultural de Córdoba: la realización de 50 esculturas, en mármol y de tres metros y medio de altura, sobre los personajes más relevantes de la historia de la ciudad.
Son 50 obras (de Claudio Marcelo a Manuel Benítez El Cordobés, pasando por Séneca, Abderramán I, Ibn Zaydun, Góngora o el Duque de Rivas) que se encuentran en un taller de Pietrasanta, donde son visitadas por las personalidades que pasan por la ciudad. La próxima semana, la localidad abre un nuevo centro expositivo (en uno de sus puentes) con algunas de estas esculturas. "Podían haber escogido a artistas de renombre internacional, pero han elegido a un cordobés con un tema de Córdoba", destaca. Y para el próximo año hay prevista en la misma ciudad una exposición más amplia de sus trabajos.
No son los únicos proyectos que el cordobés tiene en Italia. Su trabajo en Pietrasanta le ha abierto incluso las puertas del Vaticano, donde se le ha presentado la oportunidad (faltan los últimos trámites) de exponer una de sus esculturas.
Dueñas inaugura mañana la primera obra que ha realizado en Córdoba después de su vuelta. Se trata de una representación escultórica de San Rafael para el Centro San Rafael de alzheimer y otras demencias (calle Escritora Gloria Fuertes, s/n) que será bendecida por el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo. "Es -destaca el artista- una pieza clásica con integración moderna debido al material, el aluminio. De hecho, es la primera escultura que se hace en aluminio en Córdoba. Y tiene un importante componente teológico. No he querido hacer un San Rafael convencional, clásico y estático. Huyo del esquematismo. Lo represento en la anunciación a Tobías, a quien le concede una donación, le lega el barbo, el pez, que se encuentra en una placa aparte como legado de curación. Me pidieron simplemente que hiciera un San Rafael y yo elegí esta temática. Creo que la escultura tiene que llevar teología detrás, tiene que poseer un fundamento teológico. No puede limitarse a la representación estética". Para Dueñas, el arte "debe tener un qué y un por qué. Así, el David de Miguel Ángel representa el triunfo del pequeño sobre el grande, de Florencia sobre la mismísima Roma en poder, en arte y en cultura".
En la obra para el centro San Rafael se refleja el dominio técnico del cordobés, sobre todo en el movimiento de las telas ("El viento en la escultura representa la inspiración divina", afirma).
Dueñas quiere ahora abrirse paso en su ciudad, aportarle las ideas y las enseñanzas que ha acumulado en su periplo italiano con objeto de contribuir a ampliar sus horizontes artísticos y culturales, proceso necesario para optar con garantías a la Capitalidad Cultural de Europa en 2016. Durante 12 años ha estado vinculado al empresario Rafael Gómez, circunstancia que, lamenta, ha provocado más de un injusto comentario por parte de compañeros de oficio: "Me han atribuido obras de otros, como el San Rafael de Torremolinos, e incluso han dicho que reproduzco la cara de Gómez en las esculturas. Es falso. Nunca lo haría y nunca me lo han propuesto". Para Gómez sí realizó el Neptuno de Puerto Marina, ganador de un premio internacional.
Nacido hace 37 años, Dueñas tuvo sus primeros contactos con el arte a través del dibujo y la pintura. Trabajó en el taller de García Rueda y estudió en la Escuela de Artes y Oficios. Ha ganado varios premios nacionales e internacionales. Entre sus obras en Córdoba destaca la reproducción de la Piedad de Miguel Ángel que realizó para el Obispado. Ahora trabaja en un Cristo de cuatro metros para la iglesia de Santa Rafaela María de Porras.
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