Otra de las pertinentes galas de opción a premio fue la del martes, con el consiguiente trío de flamencos seleccionados en los prolegómenos del Concurso Nacional de Arte Flamenco, con la misma presencia de público que el día anterior, prometiendo a su vez una interesante competición, aparte de la difusión a mayor escala para darse a conocer e incorporarse a la nómina de los ya consagrados.

Así el Gran Teatro de Córdoba recibió la exposición de Alberto López, guitarrista originario de Granada, con su sonanta, tocando la granaína Balcón de los sueños de concierto, seguida de la taranta El eco de una voz, de la misma modalidad; prosiguiendo con alegrías para el cante de Cristina Tovar. En la siguiente salida lo hizo  por tientos-tangos para el baile de Óscar de los Reyes y el cante de Cristina Tovar. Una intervención en línea ascendente.

A continuación, la bailaora Florencia Oz, de Chile, hizo su primer pase por seguiriyas, con el acompañamiento al toque de David Caro y el cante de Jesús Corbacho y Antonio Campos. Pasó luego al segundo baile por bulerías y clausuró la sesión de la noche con el tercer baile por caña; todos ellos con la apreciada cohorte de los mismos acompañantes.

Así, esta aspirante al jugoso premio en liza y al logro de ser considerada en una profesión de elegidos, llegó al turno del sufragio para ser incluida en la gala final. Una interesante y competitiva participación a tener en cuenta por estilismo, compás y ritmo.

En cuanto al cante, acogimos la llegada de Francisco Escudero El Perrete, de Badajoz, iniciando con tonás por trilleras, siguiendo guajiras, bulerías por soleá y para finalizar con fandangos naturales, todos con el toque de Juan Vargas.

Así fue su paso por el coliseo cordobés, con una participación que, como el resto de sus contrincantes, pone difícil el trabajo al jurado, con cierta voz pitifina en línea marchenera y mucho gusto en vocalización y conocimiento.