Rafael Chirbes y Antonio Hernández conquistan el Premio de la Crítica

El jurado distingue la novela 'En la orilla' y el libro de poemas 'Nueva York después de muerto'

El escritor Rafael Chirbes.
El escritor Rafael Chirbes.
Efe Logroño

26 de abril 2014 - 05:00

Rafael Chirbes, con su obra En la orilla, y Antonio Hernández, con Nueva York después de muerto, ganaron ayer el Premio Nacional de la Crítica Literaria 2014 en las categorías de novela y poesía, respectivamente. La alcaldesa de Logroño, Concepción Gamarra, y el presidente del jurado del premio, Ángel Basanta, dieron a conocer el fallo de este galardón.

La asociación concede este premio, sin dotación económica, desde el año 1956, y se otorga a los ocho mejores libros de narrativa y poesía publicados en España el año anterior, tanto en castellano como en gallego, euskera y catalán. Así, en lengua catalana fueron premiadas la novela de Pep Coll Dos taüts negres i dos de blancs (Dos ataúdes negros y dos blancos) y la obra de poesía Alba del vespre (Alba de la noche), de Carles Duarte. Los premios en lengua gallega correspondieron a la novela de Anxos Sumai A lúa da colleita (La luna de la cosecha) y el poemario de Berta Dávila Raíz da fenda (Raíz de la grieta). Por último, el galardón en narrativa vasca fue para Nevadako egunak (Días de nevada) de Bernardo Atxaga, y en poesía para la obra en dos partes Heriotzarenataria dugu bizitza (La vida es el pórtico de la muerte) y Bizitzaren atea dukegu heriotza (Acaso la muerte sea el umbral de la Vida), de Joxan Artze.

En representación del jurado, José María Pozuelo señaló que la novela de Chirbes profundiza en la crisis moral y de valores que ha provocado la especulación inmobiliaria en la costa mediterránea, hasta dejar en la orilla a muchas víctimas y construir "una sociedad injusta y falsa". Chirbes ha sabido representar las "angustias y zozobras" de los que han sufrido las consecuencias de esa crisis con un estilo "cuidado", en el que alterna los discursos interiores y exteriores de unos personajes concebidos en su dimensión coral. Según el jurado, ha sabido retratar la realidad social de este país como en su día Víctor Hugo reflejó la de París y Charles Dickens la de Londres.

Chirbes se declaró "desconcertado" por este galardón porque la novela premiada "es muy amarga y desesperanzada", y no esperaba que "tuviera recorrido".

Por su parte, el también componente del jurado Santos Domínguez explicó que Hernández es "uno de los autores más sólidos de la poesía española del último medio siglo". En Nueva York después de muerto recoge el proyecto frustrado con el que Luis Rosales pretendía cerrar su obra, pero una enfermedad se lo impidió. Así, realiza un doble homenaje: al "maestro" y también a Federico García-Lorca, "maestro del maestro". Un libro "sorprendente y arriesgado", en el que, según el jurado, el autor recoge un cruce de vidas y destinos que acaba en la ciudad de la muerte y de la aurora, con columnas de cieno y aguas podridas.

"El asesinato de Lorca fue la gran sombra de la vida de Rosales", señaló ayer el poeta premiado.

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