El Centro Andaluz de Danza estrena sede pero recorta en un 92% las becas

Desde la salida -no exenta de polémica- de la coreógrafa Blanca Li de la dirección del Centro Andaluz de Danza (CAD) poco se había sabido hasta ahora de este proyecto fundado hace más de 20 años y que pasa por ser uno de los programas formativos más veteranos y prestigiosos de cuantos promueve la Consejería de Cultura. En estos años han pasado por él más de 1.000 alumnos y algunos de los intérpretes más sobresalientes en el género como el maestro Granero, José Antonio, Mario Maya o María Pagés, entre otros. Tras meses sufriendo las lamentables condiciones estructurales de la sede de la calle San Luis de Sevilla -de la que tuvieron que ser desalojados todos los programas de la Junta que allí se desarrollaban, como la Fundación Barenboim o el Centro de Documentos de Artes Escénicas-, el CAD, comandado en esta nueva etapa por Pilar Pérez Calvete y Juana Sánchez, acaba de estrenar por fin de manera oficial su nueva sede, en el Estadio de la Cartuja. Estas instalaciones son, indicó el consejero de Cultura, Paulino Plata, "la primera sede estable del CAD, con un equipamiento óptimo y acorde a la formación de excelencia que se imparte".

Pese a la satisfacción por estrenar una nueva sede, el programa ha sufrido un severo recorte en sus partidas. Según las cifras facilitadas por Plata, de 600.000 euros en el curso 2009-2010, el CAD pasa a disponer este curso de 250.000. El ahorro, "de más del 50%", tiene varias lecturas: por un lado, se prescinde del sueldo de Blanca Li. "Había la necesidad de reorientar la dirección", apuntó Plata de manera metafórica acerca de su remuneración económica. Pero, por otro, se recorta de manera drástica el apoyo al alumnado becado. "De 500 euros mensuales se ha pasado a 360 anuales por cada alumno", en palabras de Luis Miguel Jiménez. Esto es, si antes cada alumno becado recibía 4.500 euros por nueve meses de formación, ahora esa cantidad se ha reducido en un 92%. Además de este rotundo recorte, y siempre según las palabras de Jiménez, el ahorro también se ha aplicado a "los gastos corrientes; por ejemplo, no es lo mismo climatizar San Luis que estas instalaciones; y también a los gastos administrativos, ya que el resto de oficinas de la Agencia [de Instituciones Culturales] tiene su sede en el Estadio Olímpico".

Los alumnos y profesores disponen ahora de tres aulas de danza, de más de 150 metros cuadrados cada una, sala de fisioterapia, estudio de grabación, vestuarios, comedor y demás espacios comunes para la que está llamada a ser la cantera más importante de bailarines de Andalucía.