La Casa Góngora iniciará en enero su actividad literaria con diversos colectivos
El Ayuntamiento ofrece el edificio de la calle Cabezas a distintas asociaciones como sede para sus actos, que se sumarán a la programación institucional, protagonizada por el gran poeta
El próximo año arrancará con una noticia relevante para la cultura local: el inicio de las actividades literarias en la Casa Góngora, que, a la espera de que algún día sea posible desarrollar el proyecto del Centro de Estudios Gongorinos, se postula como lugar de encuentro para las letras cordobesas, con el autor de las Soledades como figura tutelar. El Ayuntamiento ha optado por esta fórmula para darle aprovechamiento y rentabilidad social y cultural a un edificio (en la calle Cabezas, 3) al que desde su restauración, culminada en noviembre de 2006, se le ha adjudicado un uso exclusivamente expositivo, y de manera discontinua. En la Casa Góngora convivirán a partir de enero las artes plásticas (en la planta baja, donde está la sala Galatea) y las letras (en las dos salas de la planta alta).
El objetivo de la delegación municipal de Cultura, según su responsable, Juan Miguel Moreno Calderón, es convertir la Casa Góngora en un espacio abierto y dinámico, al igual que se ha hecho en el territorio flamenco con el Centro Fosforito. Y es que en el paisaje literario de la ciudad, explica el teniente de alcalde delegado de Cultura, "hay muchos colectivos que hacen un trabajo muy meritorio y que a menudo encuentran dificultades para hallar espacios en los que desarrollar sus actividades". El Ayuntamiento convocó a algunos de ellos hace pocos días para exponerles el proyecto y solicitarles que planteen iniciativas. Entre ellos están el Ateneo, las asociaciones Puente de Encuentro, Andrómina, Nueva Poesía y Mucho Cuento y Detorres Editores. También ha habido contactos con La Bella Varsovia y el Instituto de Estudios Gongorinos de la Real Academia. Con las propuestas que surjan de estos y otros núcleos y las de la propia delegación se confeccionará una primera programación para los meses iniciales de 2014.
Moreno Calderón aclara que el Centro de Estudios Gongorinos no cae en el olvido pero es un proyecto que actualmente no resulta viable. Y, por otra parte, Góngora será un eje fundamental en la agenda de actividades que el Ayuntamiento desarrolle en la casa de la calle Cabezas. De hecho, una de las ideas que están sobre la mesa es un homenaje en forma de jornadas al profesor José María Ortiz Juárez, fallecido en 2001 y especialista en el poeta.
La acogida de los colectivos sondeados es positiva. "Es una iniciativa loable y necesaria para la ciudad", indica Manuel Gahete, director del Instituto de Estudios Gongorinos, "porque ofrece un espacio a entidades sociales y colectivos en un momento complicado en el que muchos de ellos carecen de sedes" y porque mantiene vivo el nombre de Góngora, "por quien somos conocidos en todo el mundo". "Las instituciones tienen la obligación de que su memoria no se pierda", señala.
También positiva es la valoración de Calixto Torres, director de Detorres Editores y de la revista Suspiro de Artemisa, que califica el proyecto de "ambicioso" por su condición aglutinadora. Torres apunta que en el mundo literario hay multitud de pequeñas asociaciones, editores y gestores que se topan con muchas trabas a la hora de encontrar espacios para desarrollar actos, "y se pierde mucho tiempo en trámites y burocracia". La Casa Góngora, destaca, será, según les ha planteado el Ayuntamiento, "un sitio de puertas abiertas" al que además "se le quiere dar una difusión apropiada".
La respuesta de las asociaciones y la del público marcará el rumbo que adopte este equipamiento, en cuya gestión el Ayuntamiento quiere implicar a la Diputación para continuar la asociación que las dos instituciones tenían en el proyecto del Centro de Estudios Gongorinos. Moreno Calderón invoca la buena acogida social del Centro Flamenco Fosforito para formular el deseo de que con la cercana Casa Góngora la respuesta sea similar.
El Ateneo también se muestra dispuesto a participar en la programación, según su presidente, Antonio Varo Baena, que considera "positivo" que "un edificio público y emblemático" como la casa de la calle Cabezas adopte este uso. No obstante, Varo preferiría "tener una sede propia", una carencia que el Ateneo sigue arrastrando tres décadas después de su fundación.
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