Durante algún tiempo la versión fue que en los primerísimos meses de 2012, como muy tarde, estarían terminadas las obras y que un año después, a comienzos de 2013, iniciaría su andadura el Espacio Andaluz de Creación Contemporánea de Córdoba, anteriormente llamado C4. El 20 de enero pasado la Consejería de Cultura, con el consejero Paulino Plata al frente, preparó un desembarco en el edificio, con alfombra roja, proyección especial, fachada iluminada y aires inaugurales. Plata afirmó entonces que las obras estaban casi al 90% y que la inauguración real de la infraestructura se produciría en el primer semestre del año. La realidad es que las obras siguen y que no hay fecha ni para su fin ni para la apertura (a pesar de otras previsiones tremendamente optimistas, como la realizada por la delegada del Gobierno andaluz, Isabel Ambrosio, el pasado diciembre, cuando manifestó que el C4 estaría operativo en la segunda mitad de 2012) y el centro sigue en la misma situación de indefinición que hace un año y medio (diciembre de 2010), cuando Plata afirmó en otra mediática visita que el edificio estaría "terminado a finales de 2011" y que su departamento se marcaba la "prioridad" de "establecer sus usos" en "las próximas semanas". Para ello sería nombrado "un director" que tendría que "plantear un proceso de diálogo" con los arquitectos, con objeto de que "al final de la construcción" se hicieran "los ajustes necesarios para la funcionalidad del edificio", al tiempo que definiría "todo lo que éste va a albergar". Dieciocho meses después, nada de eso se ha cumplido. La Consejería de Cultura y su Delegación Provincial en Córdoba guardaron ayer silencio (uno más) ante las preguntas de el Día sobre este proyecto.

En el citado acto de enero, sobre la alfombra roja se anunció el rebautizo del equipamiento y Plata mostró especial interés en subrayar que este centro "no tiene escala local ni provincial, tiene escala andaluza y eso era muy importante que quedara reflejado en su denominación porque le da todavía más valor y proyección al centro y a Córdoba". Un espacio abierto a "toda la comunidad autónoma" y que intentará convertirse en "una referencia internacional" con su triple vertiente de "investigación, exhibición y difusión de las manifestaciones artísticas contemporáneas".

La Dirección General de Industrias Culturales, según Plata, ya trabajaba "en el proyecto funcional, en las tareas que se van a desarrollar aquí". Un "proceso de puesta en marcha" que "se está diseñando: todavía no está completo" porque se pretende contrastarlo "con otras instituciones culturales" y vincularlo "a una red de espacios de similar naturaleza".

Las obras de esta infraestructura, ubicada en Miraflores, comenzaron en septiembre de 2008 con un plazo de ejecución de 37 meses (se acumulan, por lo tanto, ocho meses de retraso si tenemos en cuenta esta referencia). Era la gran aportación de la Junta de Andalucía a Córdoba en el marco de la candidatura a la Capitalidad Cultural de Europa de 2016 y un centro que se marcaba el objetivo de situar a la ciudad en el mapa de la creación artística contemporánea. En su última visita, Plata tendió la mano al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y al Ayuntamiento de Córdoba para que colaboren con este espacio, y en concreto animó al rector de la Universidad de Córdoba, José Manuel Roldán Nogueras, presente en el acto, a "trabajar conjuntamente" para "vincular la ciencia con el arte".

El Espacio Andaluz de Creación Contemporánea de Córdoba es un edificio de 12.287 metros cuadrados construidos, distribuidos en plantas sótano, baja, primera y cubierta. En la planta sótano estarán el garaje, almacenes y zonas técnicas. La planta baja es la principal, con varias puertas de acceso, vestíbulo, control, taquillas, talleres creativos, salón de actos-caja negra (sala para actuaciones, performances y actividades multimedia), mediateca y varias salas de exposiciones que pueden unirse entre sí y formar distintas configuraciones.

En la planta primera estarán la dirección y administración, laboratorios y espacios complementarios de mediateca y talleres, mientras que la cubierta alojará zonas técnicas, especialmente para la climatización. El aspecto interior es de losas y muros desnudos de hormigón y solados continuos. La textura exterior es de paneles prefabricados de hormigón y fibra de vidrio.

La fachada mediática es el elemento más singular del edificio: se trata de un soporte para intervenciones de luz y audiovisuales que aportará diálogo entre creación y arquitectura. Es una pantalla de 100 metros de largo perforada por 1.319 huecos hexagonales tras los que se alojan equipos de iluminación diseñados ex profeso.