C3A Ocho años después

El 9 de septiembre de 2008 la Junta de Andalucía celebró el acto de colocación de la primera piedra del entonces llamado Centro de Creación Contemporánea de Córdoba, postulado como un equipamiento dinámico, híbrido, heterogéneo, un foco de producción y exhibición artística y un espacio para el debate y la investigación sobre los nuevos lenguajes del arte. Ubicado en un solar de 25.000 metros cuadrados del Parque de Miraflores, contaba con un plazo de ejecución de 37 meses. En las imágenes de aquel acto aparece, junto a la consejera de Cultura, Rosa Torres, la alcaldesa de la ciudad por Izquierda Unida, Rosa Aguilar, que mañana regresa a este espacio, más de ocho años después, convertida en consejera de Cultura por el PSOE para acompañar a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en la inauguración del ahora llamado, después de varios cambios nominales, Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A).

La historia del proyecto es larga y enlaza con el primer tramo de la candidatura de Córdoba a la Capitalidad Cultural de Europa de 2016. La Junta, con Carmen Calvo como consejera de Cultura y Manuel Chaves como presidente, no quiso perder rueda en el desafío (aún Córdoba era la única candidata andaluza) y se comprometió a construir en la ciudad una infraestructura de naturaleza cultural para la que se barajaron diversos emplazamientos y que durante un tiempo se llamó Centro del Arte y de la Imagen de Córdoba (Caico). "El centro tiene que estar hecho en los próximos cuatro años", afirmaba en una comparecencia en diciembre de 2003 la consejera y posteriormente ministra de Cultura, que apostaba por "avanzar en el proyecto a lo largo de 2004 y ejecutarlo entre 2005 y 2007". Lo cierto es que faltaban cinco años para la primera piedra.

Fue el 21 de marzo de 2007 cuando los consejeros de Economía y Hacienda, José Antonio Griñán (posterior presidente de la Junta), y Cultura, Rosa Torres, presentaron el proyecto del entonces C4 en el solar en que sería levantado. Resuelto el asunto de la ubicación (la administración autonómica optó por Miraflores, donde también estaba prevista la construcción por parte del Ayuntamiento del Palacio del Sur), en 2005 se había convocado un concurso de ideas que, desarrollado en dos fases, contó con cinco finalistas (Zaha Hadid y Cruz y Ortiz entre ellos) y un ganador: Circular Breathing, de Enrique Sobejano y Fuensanta Nieto (arquitectos de la sede institucional de Medina Azahara). En abierta desconfianza respecto a la supuesta eficacia y flexibilidad del contenedor neutro y universal adoptado con frecuencia parala concepción arquitectónica de los centros de arte, el proyecto de Nieto y Sobejano se vinculaba al lugar y la memoria de la ciudad en la que se ubica a través de una reinterpretación de la arquitectura islámica. Las leyes de la geometría, el facetado de bóvedas y mocárabes, la presencia de diferentes patios en el interior del edificio y las reglas y ritmos narrativos implícitos en los poemas y cuentos de la tradición islámica sirvieron a estos arquitectos para concebir un edificio estructurado en torno a una calle principal que, a modo de zoco, da paso a los diferentes talleres, laboratorios y espacios de producción e investigación. Cuenta con una fachada mediática ideada para la realización de intervenciones audiovisuales y luminotécnicas.

Las obras fueron adjudicadas a FCC Construcción. La Junta anunció que el centro, que contaría con una superficie total construida de 12.287 metros cuadrados en el solar cedido por el Ayuntamiento, estaría terminado a finales de 2011. El presupuesto, en torno a 28 millones de euros.

Ocho años después de la primera piedra, 13 después de la promesa de Chaves, mañana abre sus puertas el C3A, al final del año en el que Córdoba había depositado tantas esperanzas de desarrollo vinculadas a la cultura. Tres después de que la Junta anunciara la recepción de las obras y la apertura de un nuevo plazo para la adecuación del entorno y el equipamiento. El consejero de Cultura era Luciano Alonso, que había sucedido a Paulino Plata. La relación de incumplimientos y vacilaciones de ambos respecto al C3A es extensa. Plata afirmó el 3 de diciembre de 2010 que se estaban "cumpliendo los plazos" y que el edificio estaría terminado "a finales de 2011". La Consejería se marcaba la "prioridad" de "establecer sus usos" y "en las próximas semanas" sería "nombrado un director". Seis años después aún no lo hay.

El 20 de enero de 2012 Plata aseguró que la ejecución estaba al 90%, insistió en reforzar la dimensión andaluza del equipamiento (que pasó a llamarse Espacio Andaluz de Creación Contemporánea) y avanzó que se inauguraría en el primer semestre del año. El consejero regresó inolvidablemente para celebrar a sus puertas un acto electoral el 19 de marzo (las elecciones andaluzas fueron el 25).

A finales de 2014 llegó a haber una convocatoria para elegir al director, pero dos artistas incluidos en la comisión de expertos creada para evaluar las propuestas, Juan Serrano y Nieves Galiot, denunciaron que la Junta no se había dirigido a ellos ni les había pedido su consentimiento para utilizar sus nombres. Fueron sustituidos por Pablo García Casado y José Lebrero. A principios de 2015 el concurso fue declarado desierto. El sector tronaba contra la Junta. Hasta que llegó Rosa Aguilar, que asumió el Documento de Buenas Prácticas para poner en marcha el centro y abrió una etapa de encuentro con los artistas y expertos, si bien creó una nueva polémica con el anuncio del traslado al nuevo edificio de la Filmoteca, posteriormente matizado: allí van la biblioteca y el archivo y se instalarán puestos de visionado individual, pero las proyecciones se quedan en Medina y Corella.

Con un inicial programa de actividades, con un presupuesto para el próximo año de 1.450.000 euros y la promesa de que en los próximos meses habrá un director, pero con inevitables dudas sobre su futuro (al menos, sobre su alcance real, su proyección en el mapa artístico nacional e internacional), mañana abre sus puertas el C3A, un espacio cultural que, en palabras de Aguilar, "va a sumar a Córdoba oportunidades ciertas y seguras" con "una nueva mirada a la ciudad desde la creación contemporánea".