La Comisión Europea (CE) aseguró ayer que la elección de San Sebastián como Capital Cultural Europea en 2016 se ha llevado a cabo "bajo el procedimiento establecido y por expertos independientes" y reconoció que "la no violencia ha sido un elemento que se ha tenido en cuenta", una afirmación que contrasta con las palabras de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, que rechazó que se hagan lecturas políticas de la polémica designación de San Sebastián como ganadora.

La controversia sobre la decisión de los expertos y sobre el peso que en ella han tenido factores políticos llegó hasta Bruselas, donde un portavoz comunitario, preguntado sobre esta circunstancia, afirmó: "No vamos a comentar nada más allá de que se ha llevado a cabo la elección por el procedimiento ordinario y por expertos independientes". En referencia al lema de la candidatura, Cultura para la convivencia, la misma fuente señaló que el argumento de la pacificación ha sido "tenido en cuenta" por el jurado. La ciudad "merecía" la Capitalidad, según el portavoz, que señaló que Bruselas no va a entrar a valorar la victoria de Bildu, un partido que "fue elegido democráticamente" y sobre lo que "la CE no tiene nada que decir". 

La ministra de Cultura, por su parte, indicó que la propuesta de San Sebastián era suficientemente valiosa y potente como para superar a las demás, una circunstancia que atribuyó al anterior equipo de Gobierno, encabezado por Odón Elorza, y, curiosamente, rechazó que la decisión se haya tomado en los últimos días, por lo que cabe preguntarse para qué ha servido esta cita final con el jurado.

A su llegada al Congreso de los Diputados para asistir a la segunda jornada del Debate sobre el estado de la Nación, al ser preguntada sobre las lecturas políticas realizadas tras la elección de San Sebastián, González-Sinde replicó que la designación no puede analizarse "al albur de lo sucedido en los últimos días o semanas", en referencia a la llegada de Bildu a la Alcaldía de la ciudad. 

La titular de Cultura recalcó que la decisión fue tomada por "un jurado compuesto en su mayoría por miembros internacionales, elegidos por instituciones europeas". Los proyectos perdedores también tenían "mucha envergadura". El pasado martes, pocos minutos antes del fallo, González-Sinde instó a todas las ciudades a sentirse ganadoras porque han conseguido articular vías de desarrollo a través de la cultura, una circunstancia que les permitirá crecer en el futuro.

También se sumó al debate la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, que se mostró convencida de que Bildu entenderá que la designación de San Sebastián como Capital Cultural de Europa en 2016 no es una demanda de la coalición, sino una "demanda ciudadana", y defenderá los valores de la candidatura. 

En los pasillos del Congreso, Garmendia señaló que, como donostiarra, está "muy contenta" de la designación de San Sebastián. "Una muy buena elección", subrayó antes de elogiar al resto de candidaturas, la defensa que hicieron de sus capacidades y la implicación de todos los ciudadanos. 

Finalmente, el ministro de Educación, el también donostiarra Ángel Gabilondo, afirmó que no tiene ningún temor ni "inquietud política" por la elección de San Sebastián, ya que se trata de una ciudad "abierta, cosmopolita y con vocación internacional". Gabilondo afirmó que lo único que siente ahora es "mucha alegría". 

"Creo en los ciudadanos y éste es un proyecto de los ciudadanos y para los ciudadanos", recalcó, antes de recordar que Bildu no tiene mayoría en el Consistorio, lo que le obligará a llegar a acuerdos con el resto de fuerzas. 

Gabilondo confía en su ciudad y atribuyó el éxito de la candidatura donostiarra al anterior alcalde, el socialista Odón Elorza, que puso en pie en proyecto "extraordinario" convocando a todos los ciudadanos. 

El día después de la designación de la Capital Cultural de Europa provocó una cascada de reacciones, fundamentalmente por la manera en que este proceso se ha visto enroscado en la actualidad política con la elección de San Sebastián.