Bohemios en un París cubista

El ambiente cultural del París de finales de siglo XIX que retrató Giacomo Puccini en La Bohème se traslada a los años 20 del siglo pasado y a una ciudad con un marcado paisaje cubista en la versión de este clásico que vuelve al Gran Teatro y que permanecerá en cartel dos días, hoy (21:00) y el domingo (19:00).

El Gran Teatro y el Palacio de Festivales de Cantabria producen este espectáculo que cuenta con la dirección musical de Marco Zambelli y la dirección escénica de José Luis Castro. Además, en La Bohème intervienen la Orquesta de Córdoba, el Coro de Ópera Cajasur, dirigido por Diego González Ávila; la banda de alumnos del Conservatorio Superior de Música Rafael Orozco y un coro de niños del Conservatorio Profesional de Música, dirigido por Juan Manuel Ortiz. El tenor cordobés Pablo García colabora asimismo interpretando el personaje de Parpignol. El reparto incluye también a Carlos Cosías como Rodolfo, Yolanda Auyanet como Mimí, Ángel Odena en el papel de Marcello, Sabina Puértolas (Musetta), Francisco Santiago (Colline), José Antonio López (Schaunard) y Enric Martínez-Castignani (Benoit y Alcindoro).

La escuela artística del cubismo se plasma en los decorados, que ofrecen muchos niveles y calles y cuestas deformadas. Trasladar la acción de esta historia al París de entreguerras ha sido el gran reto de José Luis Castro, que ofrece un nuevo enfoque visual sobre una de las óperas más representadas de la Historia.

En La Bohème, Puccini plasmó sus vivencias durante los años en los que estudió en el conservatorio de Milán. El libreto de la obra se basa en la novela por entregas Escenas de la vida bohemia, de Henry Murger, que publicó el periódico El Corsario a lo largo de cinco años. En su estreno en Turín en 1896, la ópera, que retrata a unos jóvenes artistas bohemios, pobres, afligidos y complacidos por los problemas y placeres de la vida cotidiana, estuvo dirigida por Toscanini.