La magia del musical 'La Bella y la Bestia' se despliega en el Gran Teatro

La tacita Chip, la tetera Señora Potts, el candelabro Lumiére, el reloj Din Don o la plumero Fifi son algunos de los personajes que a partir de esta noche y hasta el domingo 18 de noviembre acompañarán en el Gran Teatro a La Bella y la Bestia en el transcurso de su historia de amor. La magia de los musicales de Broadway se une a la fantasía de los cuentos de Disney en este espectáculo que ha cosechado 35 millones de espectadores en todo el mundo y que ofrecerá en Córdoba 14 funciones.

No se trata de una adaptación, sino de una reinvención de la película de animación en un montaje de dos horas y media de duración. El reparto cuenta con nombres como Ignasi Vidal, quien encarna a Bestia; Talía del Val, en el papel de Bella; Daniel Diges, como el ególatra Gastón; Raúl Peña, su inseparable matón Lefou; o Enrique del Portal, Diego Rodríguez y Mercè Martínez, como Maurice, Lumiére y la Señora Potts, entre otros. Además, tres niños cordobeses elegidos por la organización -Martina Valdenebro, José María Olmo e Iván Sáez- se encargarán de interpretar a la tacita Chip en las distintas funciones.

Este célebre cuento de Disney llenará el Gran Teatro de magia gracias a una profunda historia de amor con mensaje universal que se acompaña de música en directo y un vistoso vestuario y decorado. Buen ejemplo de ello son las 120 pelucas que se utilizan, los 15 tráilers que transportan todo el material técnico o los cuatro días de montaje con turnos de trabajo de 24 horas.

El autor de la música es Alan Menken (ganador de dos Oscar por mejor canción y mejor música original) y las letras son de Tim Rice. El espectáculo, que se podrá ver en el coliseo cordobés hasta el día 18, incluye ocho canciones más que la película de Disney.

La historia es de sobra conocida por el público. Un joven príncipe es hechizado por un hada y convertido en una bestia como castigo a su actitud egoísta y déspota. Junto a él, todos los sirvientes de su castillo se transforman en objetos animados. El hechizo sólo se romperá si el príncipe logra encontrar el amor verdadero, y es aquí donde entra en juego Bella, una joven que acaba prisionera en el castillo. Para recuperar su forma humana, antes de que caiga el último pétalo de una rosa mágica Bestia tiene que conseguir amar y ser amado a pesar de su aspecto. Su última esperanza para lograrlo será Bella.

La primera producción de La Bella y la Bestia en España se estrenó en diciembre de 1999, estuvo 27 meses en cartel y fue vista por más de un millón de espectadores. En 2007 volvió al Teatro Coliseum de Madrid, donde permaneció hasta 2009. En la primavera de ese año se estrenó en el BTM de Barcelona, donde estuvo hasta 2010.

El musical La Bella y la Bestia, producido por Stage Entertainment en asociación con The Walt Disney Company, se encuentra inmerso en una gira que comenzó el 1 de septiembre en Valladolid y que, tras pasar por Córdoba, lo llevará por ciudades como Sevilla, Bilbao, Tenerife, Zaragoza, Valencia, Gijón, Alicante, Pamplona o Málaga.

Las funciones se celebrarán hoy a las 20:30, mañana a las 18:00 y 22:00, el domingo 11 a las 16:00 y 20:00, el lunes 12 a las 20:00, el martes 13 y jueves 15 a las 20:00, viernes 16 y sábado 17 a las 18:00 y 22:00 y el domingo 18 a las 12:30 y 17:30. La función prevista para el miércoles 14 se traslada al lunes 12, que inicialmente era un día de descanso, por la huelga general.

El musical se ha presentado en 115 ciudades, entre ellas Nueva York, Londres, Buenos Aires, México, Tokio, Los Ángeles, Melbourne, Sydney, Toronto, Viena u Osaka.

Estos buenos resultados son el reflejo de la gran aceptación que tuvo la cinta de Disney, que fue la primera de animación que logró estar nominada a los Oscar como mejor película (en 1992) y se hizo con los premios a la mejor canción y a la mejor banda sonora. Además recibió tres Globos de Oro y dos Grammy.

La novela original es una narración de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve (1740) que en 1756 y por obra de una profesora, Jeanne Marie Le Prince de Beaumont (1711-1780), se convirtió en un cuento más breve. De él ha quedado la esencia: la importancia de la belleza interior por encima de la apariencia.