El Centro Rafael Botí acoge hasta el 10 de junio la exposición Back to school, que persigue poner en cuestión la educación actual desde el prisma del arte contemporáneo. La muestra cuenta con obras de una decena de artistas y hay previstas nueve actividades paralelas que persiguen convertirse en laboratorio creativo y social, una performance, un taller para niños de cuatro a siete años, una proyección y seis eventos multidisciplinares. Habrá también unas jornadas profesionales.

El comisario del proyecto, Jesús Alcaide, desgranó ayer en la presentación las aportaciones de los artistas participantes. Así, Laia Estruch abrió ayer la muestra con una pieza "realizada sobre un inflable y donde trabaja con la educación de la voz, la sonoridad y el cuerpo".

El artista Jesús Martínez Oliva reflexiona sobre la capacidad educativa de marcos pedagógicos informales, José Álvaro Perdices plantea las razones y comportamientos propios pero fraguados en el entorno social, y Valeriano López presenta dos piezas "en las que habla de los problemas de la educación laica y religiosa". Además, hay dos obras audiovisuales, de Cova Macías y Luz Broto, que "resumen el trabajo conjunto de alumnos y profesores".

Por último, Azucena Vieites dirige su mirada hacia los modos de hacer de la infancia, Marc Herrero dibuja objetos de forma inesperada, Edu Hurtado aborda la repetición como forma de aprendizaje y, para finalizar, el colectivo Declinación magnética, explicó el comisario, "repiensa la historia que tenemos de España, sobre todo de la colonización de América".

La presidenta de la Fundación y delegada de Cultura en la institución provincial, Marisa Ruz, señaló que "esta muestra propone una original reflexión sobre la educación vista desde las manifestaciones artísticas; es una propuesta sugerente, por el planteamiento de fondo y por su carácter abierto y participativo".

Además, continuó la diputada, "nos parece interesante por su capacidad para sobrepasar los límites de la comunidad artística y para convertirse en una herramienta de cambio y transformación social". Ruz insistió en la necesidad de "pensar y repensar la educación y el sistema educativo, preguntarse sobre qué tipo de educación queremos, quién debe educar, qué rol debe jugar cada cual o dónde están los bordes de la educación". Finalmente, valoró que "este proyecto no es sólo una exposición, sino que nos ayuda a reflexionar sobre el mundo en el que vivimos; y además va acompañada de un programa didáctico".