La Fundación Antonio Gala abre sus puertas hoy para presentar a la séptima promoción de jóvenes creadores en un acto en el que cada uno de los 14 residentes se dará a conocer individualmente y a través de la proyección de un vídeo que han realizado conjuntamente en el periodo que llevan en la sede de la institución. La apertura del curso 2008-2009 estará marcada de nuevo por el discurso inaugural del presidente de honor, Antonio Gala, que se dirigirá directamente a los jóvenes. "Es muy emotivo ver cómo aconseja y da su opinión sobre cómo tiene que ser su estancia en la fundación", explica José María Gala, director de la institución.

Las líneas generales del nuevo curso las decidirá hoy el Patronato de la fundación, así como los invitados que acudirán al antiguo convento del Corpus Christi. En el régimen de visitas suele haber normalmente una de varios días de duración y otras más cortas, de forma que no se interrumpa el ritmo de trabajo de los creadores.

Ocho artistas plásticos, cuatro escritores y dos músicos componen la lista de residentes -la más reducida de su corta historia- que disfrutarán de una beca de estancia de nueve meses en los que se dedicarán exclusivamente al desarrollo del proyecto por el que fueron elegidos.

Los seleccionados en el campo de las artes plásticas son: Julen Araluce Hernando (Bilbao), María Mesa Sánchez (Algete, Madrid), Fernando Motilla Zarur (Morelia, México), Ana Moya Gallego (Úbeda, Jaén), César Orrico Méndez (Logroño), Gema Rupérez Alonso (Zaragoza), Taro Tokuyama (Fukuoka, Japón) y Pablo Vara García (Almería).

En el apartado literario los residentes son: Irene Bohoyo Moreno (Madrid), Joel Flores Lechuga (Guadalupe, México), Nabor Raposo Dorronsoro (Vitoria) y Antonio Santo Orcero (Málaga); y en el musical: Xabier Nariño Álvarez (Ponteareas, Pontevedra) e Iñaki Ochoa Moreno (Barcelona). En esta ocasión no hay cordobeses entre los elegidos.

Desde octubre a junio llevarán a cabo su tarea creativa sin que existan profesores ni tutores especializados en cada una de las materias, sino con su propio ritmo de trabajo. Cada semana los jóvenes creadores se reunirán una tarde para hacer lo que Antonio Gala llama "fecundación cruzada". Se trata de presentar la evolución del proyecto delante de los compañeros y que cada uno aporte cosas. De esta forma, los proyectos que en principio se presentaron van cambiando por la influencia de los trabajos de los demás compañeros.