Ana Cañil gana el premio Espasa de ensayo con una obra sobre los maquis

La periodista relata en 'La mujer del maquis' la historia de la guerrilla antifranquista a través de anécdotas personales

Cañil, segunda por la derecha, junto a miembros del jurado del premio.
Cañil, segunda por la derecha, junto a miembros del jurado del premio.

La periodista Ana Cañil ganó ayer la 25ª edición del premio Espasa de ensayo, dotado con 30.000 euros, con la obra La mujer del maquis, un libro que, basado en hechos reales, rescata del olvido la figura de los maquis y relata la relación que éstos tuvieron con la sociedad civil.

En palabras de Fernando Savater, presidente del jurado, se trata de un libro "de mucha calidad y que cuenta, más que la historia, la intrahistoria soterrada, secreta y desgarradora de la dimensión humana de los maquis, de sus mujeres, de sus madres, hijos y amigos". "Es un historia diferente, de personajes que no fueron protagonistas pero que llevaron el peso de situaciones muy dramáticas. Un libro histórico que cuenta situaciones mas dramáticas y angustiosas que muchas novelas, y que va a tener mucho interés para el público", añadió Savater.

La mujer del maquis es el primer libro que publica Ana Cañil, madrileña de 50 años, periodista especializada en economía y que quiso dejar claro, tras hacerse público el fallo, que se trata de "un libro de historia hecho por una periodista, no por una historiadora".

Un libro que recoge una historia real, que empezó a crecer en la cabeza y en el corazón de esta autora hace años, cuando a raíz de sus vacaciones en Cantabria, en unos pueblos cercanos a San Vicente de la Barquera, en el Val de San vicente, percibió que todo el mundo mayor de 30 ó 35 años hablaba o conocía a Joanín y Bedoya.

"Una pareja de maquis -aclara Cañil- que forma parte del imaginario colectivo de mucha gente de Cantabria. Unos maquis que formaban parte de la brigada Machado, la más larga que hubo en Cantabria y que duro hasta 1957, 19 años después de que acabara la Guerra Civil. Y de ahí nació mi interés", reconoció.

Un interés que fue creciendo en Cañil al descubrir que Bedoya, "que era el segundo, el más bruto, el menos inteligente", había nacido a dos kilómetros de donde ella pasaba el verano y había tenido una novia que fue el amor de su vida. Esta mujer vivía en Buenos Aires y tenía un hijo.

Así comenzó lo que sería "la mejor aventura" de esta periodista "en veintitantos años de profesión", según comentó, ya que al irse a Buenos Aires para entrevistarla descubrió que ya no quería hacer un gran reportaje, sino un libro.

stats