Música

Amaral llena Córdoba de color

  • El dúo zaragozano vuelve a triunfar en la ciudad en un concierto en clave acústica para el que había colgado el cartel de no hay billetes y que cierra el festival ‘Gracias por venir’

Un momento del concierto del grupo aragonés.

Un momento del concierto del grupo aragonés. / Juan Ayala

Lo de Amaral con Córdoba es un amor más que correspondido, un idilio entre el dúo y la legión de seguidores que tiene en la ciudad y provincia. De eso no cabe ninguna duda, solo hay que comprobarlo en cada concierto y la última cita de los maños con la ciudad califal no iba a ser una excepción. Eva y Juan, por eso de la crisis del coronavirus que todo lo cambia,  se vieron forzados a presentar la gira de su último álbum de otra manera.

Las canciones de Salto al color, que así se llama el albúm, en versión acústica y desprovistas de fuegos de artificio en el escenario, ese que arrastran en las giras, las está conociendo el público que llena sus conciertos -en Córdoba han vuelto a colgar el cartel de no hay billetes-.

Nada de grandilocuencias para un LP distinto en el que las guitarras han sido menos y la electrónica más. Tan solo Eva y Juan cara a cara con la que es su gente y con un par de guitarras como armas musicales, tan solo Eva y Juan ofreciendo un recital en Córdoba en la que la voz de ella sonó como nunca, brillante y en parte susurrante, como ese murmullo que parece salido de la misma garganta de Chris Isaak; mientras que él sacaba sus mejores acordes a su querido instrumento de seis cuerda, sacando electricidad limpia de una preciosa Gretsch naranja, la guitarra por excelencia del mundo rockabilly que en sus manos es el santo santorum del pop melódico.

Juan Aguirre durante la actuación Juan Aguirre durante la actuación

Juan Aguirre durante la actuación / Juan Ayala

Luces encendidas cuando te quedas despierta / luces que guían a los vuelos que despegan / y hay otras señales que por más que esperes nunca llegan. Eva rompió la espera en un escenario semivacío con los primeros versos de Señales, una de las nueve canciones que iban a interpretar de Salto al color, el octavo álbum de estudio de la banda, publicado en 2019. Tras ella llegó el primero de los hits de la noche, El universo sobre mí, de Pájaros en la cabeza (2005), un álbum que ha vendido más de 900.000 copias en todo el mundo, de ellas alrededor de 700.000 en España, y que lanzó cinco sencillos, que se dice pronto.

Luego fue el turno de Bien alta la mirada, canción que abre LP Salto al color, para continuar con otro de los hits, Cómo hablar, éxito incluido en Una pequeña parte del mundo (2000), que el público coreó, porque como se volvió a demostrar en Córdoba los hits de Amaral se han vuelto himnos entre sus seguidores –y entre los que lo son menos– y son coreados en cada uno de sus recitales.

El público antes del inicio de la actuación El público antes del inicio de la actuación

El público antes del inicio de la actuación / Juan Ayala

Como ocurrió también cuando llegó Revolución –también de Pájaros en la cabeza– o Moriría por vos, de Estrella de Mar (2002), álbum que se convertiría en el disco nacional más vendido en España en ese año y con el que consiguieron una gran cantidad de premios.

Intercaladas entre ellas fueron sonando Nuestro tiempo, Kamikaze, Soledad, Nocturnal, Ondas do Mar de Vigo, Mares igual que tú, Entre la multitud, Tardes, Sin tí no soy nada, Hacia lo salvaje, Peces de colores, Cuando suba la marea, Salir corriendo y Ruido. Un repertorio completísimo que no dejó indiferente a nadie.

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