Aída Gómez muestra en Córdoba la esencia de la escuela bolera

La danza regresa esta noche (21:00) a la programación del Gran Teatro con Permíteme bailarte, un espectáculo interpretado por la Compañía de Danza Aída Gómez que trae a la actualidad la gran tradición de la escuela bolera en el ballet español.

Considerada una de las grandes bailarinas de nuestros días y ex directora del Ballet Nacional de España, Aída Gómez recupera con este montaje un estilo de danza casi olvidado por los jóvenes estudiantes y los profesionales y también prácticamente desconocido por el público. Sin embargo, la importancia de la escuela bolera es indudable ya que es uno de los pilares sobre los que ha crecido el denominado clásico español, "un estilo a menudo confundido con el flamenco porque ambos se han contaminado de forma positiva a lo largo del tiempo", en palabras del crítico Julio Bravo.

Para la propia Gómez, ese olvido que sufre la escuela bolera, tanto por las dificultades propias de su interpretación como por la dejadez en su divulgación y transmisión, no tiene razón de ser porque cuando se pone en escena "siempre la recibe el público con admiración y sorpresa, tanto por su belleza como por su originalidad". "El legado de la escuela bolera -añade- es un bien precioso, delicado y frágil. Su conservación y transmisión dependen de nosotros: es nuestra mayor responsabilidad porque en ella están los cimientos más sólidos y antiguos de nuestra danza".

Permíteme bailarte huye, sin embargo, de la actitud meramente conservacionista para adentrarse en los caminos de la modernización, actualizando los grandes valores de la escuela bolera. El programa del espectáculo incluye, de esta forma, una miscelánea de números de tradición junto a creaciones contemporáneas donde se tienen en cuenta tanto la técnica como los estilos antiguos. Permíteme bailarte conjuga esos bailes antiguos y sus estilos con la evolución musical que, en paralelo, provoca el desarrollo del ballet español hasta los tiempos actuales. La riqueza de los palillos, el fraseo detallado y musical y un sentido de baile lírico que une fuerza y destreza con gracejo son las más refinadas características de un tipo refinado de ballet español.

El montaje viaja en el tiempo desde los albores de lo goyesco, a finales del siglo XVIII, hasta las trazas residuales -y esenciales a la vez- del estilo bolero en las creaciones contemporáneas. El programa está compuesto por coreografías de Mariemma, Aída Gómez, Rubén Olmo y Christian Lozano. Para la música se han seleccionado piezas tradicionales de la escuela bolera de Manuel de Falla, Luigi Boccherini, Isaac Albéniz, Enrique Granados, Gustavo Durán, Rimsky-Korsakov, Juan Parrilla y Juan Tellería. La dirección artística corresponde a Aída Gómez. La bailarina encabeza un elenco con Christian Lozano como primer bailarín, además de un cuerpo de baile integrado por una decena de bailarines y bailarinas.

Gómez advierte de que en la concepción del espectáculo ha primado lo artístico sobre cualquier concesión comercial o espectacular, sin lugar para el efecto fácil ni los tópicos. "Hemos trabajado muy duro hurgando en la tradición, nos hemos apoyado en mis recuerdos, mi experiencia desde muy joven junto a Antonio, Mariemma, los Pericet y otros grandes artistas de ayer", grandes figuras del baile español a las que este espectáculo rinde un sincero homenaje.